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En la tranquila ciudad de Sapporo, Japón, dos niños de la misma edad asistían a la misma primaria

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En la tranquila ciudad de Sapporo, Japón, dos niños de la misma edad asistían a la misma primaria. TN, un Omega, era un niño pequeño y frágil que sufría de ansiedad social severa. Cada día, ir a la escuela era un desafío para él, ya que el simple hecho de estar rodeado de otros niños lo hacía sentirse abrumado. Prefería pasar su tiempo solo, evitando a toda costa cualquier interacción que pudiera desencadenar su ansiedad.

Por otro lado, Kazuki, un Alfa, era un niño extrovertido y amigable. Le gustaba hacer nuevos amigos y siempre buscaba la manera de incluir a todos en sus juegos. Desde el primer día de clases, había notado a TN, siempre sentado solo en un rincón del patio de recreo o en la última fila del aula, con la cabeza baja y los hombros encogidos.

Kazuki no podía entender por qué TN siempre estaba solo. En su inocente curiosidad y deseo de ayudar, decidió intentar acercarse a él. Un día, durante el recreo, Kazuki se armó de valor y caminó hacia TN con una sonrisa en el rostro.

Kazuki. Hola, soy Kazuki. ¿Quieres jugar conmigo? —preguntó Kazuki con entusiasmo.

TN levantó la mirada brevemente, sus ojos llenos de miedo y confusión. Sin decir una palabra, se levantó de su asiento y salió corriendo, dejando a Kazuki perplejo y preocupado.

A pesar de la primera reacción de TN, Kazuki no se dio por vencido. Durante las semanas siguientes, intentó acercarse a TN varias veces. Cada vez que lo hacía, TN reaccionaba de la misma manera: con lágrimas en los ojos, salía corriendo, buscando refugio en algún rincón solitario de la escuela.

Una tarde, después de otro intento fallido, Kazuki se sentó en el patio, frustrado y desanimado. Sus amigos se acercaron y le preguntaron por qué seguía intentando hablar con TN.

Kazuki. No lo sé —respondió Kazuki, mirando al suelo—. Solo siento que debería ayudarlo. Parece tan solo.

Sus amigos no entendían su insistencia, pero respetaban su decisión de seguir intentándolo. Sin embargo, con el tiempo, incluso Kazuki empezó a perder la esperanza. Cada intento terminaba igual, y la tristeza en los ojos de TN se volvía cada vez más dolorosa de ver.

Siendo padres- BL (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora