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Un día, TN se despertó y notó algo extraño en la casa. Había un silencio inquietante, roto solo por el leve sonido de cadenas tintineando en otra habitación. Con el corazón acelerado, TN se levantó y fue a investigar.
Al abrir la puerta del sótano, TN encontró a Pilwon con un joven Omega llamado Jooha, encadenado y con una mirada aterrorizada en sus ojos.
TN. ¿Qué está pasando aquí, Pilwon?
preguntó TN, tratando de mantener la calma.
Pilwon lo miró con una sonrisa fría.
Pilwon . Esta es mi máquina para hacer perlas
dijo Pilwon, señalando a Jooha.
TN se quedó helado. La crueldad y la deshumanización en las palabras de Pilwon lo golpearon como una bofetada.
TN. ¿Qué demonios te pasa? No puedes hacer esto
dijo TN, con la voz temblorosa.
Pilwon simplemente se encogió de hombros y volvió su atención a Jooha, que yacía en el suelo, temblando.
Más tarde, Jooha despertó encadenado, los sonidos de golpes resonando en la casa. Confundido y asustado, salió de la habitación como pudo y vio a Pilwon golpeando brutalmente a TN.
Jooha. ¡Detente!
gritó Jooha, corriendo hacia Pilwon y tratando de apartarlo.
Pilwon se volvió hacia Jooha con furia en los ojos y lo empujó violentamente. TN, aunque malherido, intentó levantarse para proteger a Jooha, pero Pilwon lo golpeó nuevamente, dejándolo caer al suelo.
Jooha, con el instinto de supervivencia y desesperación, se lanzó nuevamente hacia Pilwon. La lucha fue feroz pero desigual. Pilwon, con su fuerza superior, golpeaba a ambos sin piedad.
TN, a pesar del dolor y la fatiga, no podía permitir que Jooha sufriera más. Encontró un segundo viento y se lanzó contra Pilwon con toda la fuerza que le quedaba. La pelea fue caótica y violenta, pero finalmente, Pilwon los dejó a ambos en el suelo, ensangrentados y débiles.
