Entre mundos [Jack y Elsa]

XXI

Unas horas antes.
Jack Frost.

Me encuentro volando hacia diferentes países para llevar el invierno, esto suele tardar un poco pero gracias a la fuerte brisa llego más rápido, espero terminar pronto para poder estar junto a Elsa en el amanecer.

No quería dejarla sola, pero sé que tiene que descansar y yo tengo que terminar mis obligaciones, quien sabe cuánto tiempo pasará hasta que se tenga que irse nuevamente.

Risas.

—¿Quién está ahí?—Tomo mi bastón y me acomodo para poder estar listo en caso de tener que luchar.

—Siempre es bueno volver a verte Frost. —Sale un personaje que creí que estaría lejos para siempre.

—Pitch Black, ¿Te gusta perder acaso? Porque las cosas nunca terminan bien cuando nos vemos.

—Lamentablemente no están tus amigos espíritus para salvarte esta vez. Oh, espera, el quinto espíritu vino de visita, ¿No?

—¡Ni se te ocurra ponerle un dedo encima! —Antes de que el coco pudiera decir algo más ya me encontraba lanzándole múltiples ataques, con todo el poder que pudiera tener.

—Por mucho que me guste pelear contigo, no es necesario—Esquiva uno de mis ataques—Después de todo, lo que más temes perder está bajo mi dominio ahora.

—¿Qué…?

Aparecieron unos tres caballos, estos eran gigantes, aprovecharon que me desconcentré para atacar, lo último que pude escuchar es a Pitch reírse mientras partía mi bastón.

…

—Que bien, ya despertaste.

No sé cuánto tiempo llevo despierto, siento que han pasado horas, podría decir que hasta días.

—Tus jaulas inútiles no me podrán hacer nada.

—Que bueno que lo mencionas, porque estas son especiales, adelante pruébalas—Tontamente hago caso, intento usar mi poder y al tocar uno de los garrotes de la celda me manda volando al otro extremo de donde me encontraba encerrado—Ves, es increíble—Pitch ríe—Están diseñadas para que la persona que sienta temor sea lastimada al tener contacto con la jaula.

—Yo no te tengo miedo Pitch—Me levanto con dificultad—Ni ahora ni nunca.

—Tal vez a mí no, pero si temes perder a tu chica y eso amigo mío—Se acerca—Es más que suficiente para tenerte encerrado aquí por décadas.

—¡Dime donde la tienes! —Al ver que Pitch está cerca de la celda intento atacarlo pero fallo, una vez más termino cayendo al otro extremo por culpa de esta cárcel.

Pitch gira su cabeza y se dirige a la entrada del lugar—Al parecer tenemos visitas… Quien diría que te creerías el cuento de que tengo a Elsa aquí.

—¿De qué estás hablando?