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Ϟ 15. 𝗮 𝗳𝗮𝘁𝗵𝗲𝗿'𝘀 𝗯𝗹𝗲𝘀𝘀𝗶𝗻𝗴

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ྉ 15 : : CAPÍTULO QUINCE

i. LA BENDICIÓN DE UN PADRE

A LO LARGÓ DEL CAMINO LA CASTAÑA RECORDÓ un poco de su niñez y parte de su adolescencia en aquellas calles. Por ser una noble no la dejaban salir mucho, tampoco juntarse con los niños del pueblo y menos dejaban que saliera sola. En cada esquina podía recordar las veces que intento escaparse pero siempre los guardias la terminaban por encontrar, cuando su padre aún era bueno y aún tenía una familia completa. Continúo su camino entre la nostalgia y el dolor de cada recuerdo hasta el último que tenía la vez que escapó de la isla.

En el pueblo algunos la reconocieron, otros solo pasaban de ella como si fuera una visitante más.

Sus nervios aumentaron cuando llegó al frente aquella enorme casa, un gran jardín se extiende delante de ella unas rejas tan altas de hierro sólido y detrás una casa blanca con un diseño antigüo.

Los guardias le abrieron la puerta, al parecer sabían que ella vendría de nuevo y la dejaron pasar. Con las manos empuñadas camino por el caminó rocoso hasta estar al frente de la gran puerta de madera.

Alzo la mano y tocó dos veces.

Y en segundos la puerta se abrió y se encontró con el mayordomo. Aquel hombre que le trajo demasiados recuerdos.

-señorita Ronnie, por fin a regresado.- dice el hombre con una enorme sonrisa.

-Jarvis.- murmura la joven y se lanzó abrazar al hombre. Aquel anciano había jugado el rol de padre.- no sabes cuánto te extrañé.

-tambien la extrañe niña Ronnie, me alegra saber que está bien.- dice el hombre correspondiendo el abrazado.- me alegra tenerte en casa de nuevo.

Ronnie al único que había extrañado era aquel hombre que cuido de ella luego de que su padre se enviciara con hacer que la fortuna Ackerman creciera.

Los dos entraron y el olor antiguo llegó a las fosas nasales de la castaña, estar en casa no se sentía como un alivio. Se sentía como un inmenso dolor pues aquel nunca fue considerado por ella como un hogar.

-antes de ponernos al corriente, su padre la espera en su oficina.- notifica el mayordomo.

-vendre en un momento.- responde ella brindándole una suave sonrisa.

La sonrisa que desapareció al darse la vuelta, su expresión paso a ser una neutra y apagada.

Se acercó a las largas escaleras, dió un paso y con forme fue subiendo noto las pinturas que habían en la pared, su padre a lado de personas importantes, su familia y hermanos. Cada pintura le traía un recuerdo uno más doloroso que otros y así sucesivamente hasta estar al frente de la oficina de Dereck.

No se tomó la decencia de tocar simplemente tomo el pomo y abrió, la oficina era enorme al fondo un gran ventanal, un escritorio enorme y a los lados distintos libreros y objetos que habían sido comprados por su padre en sus viajes.

-sigues siendo la misma maleducada que de niña.- comenta Dereck desde el ventanal. Ronnie se quedó a unos pasos.- entra, te estaba esperando.