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Ϟ 16. 𝗰𝗵𝗼𝗰𝗼𝗹𝗮𝘁𝗲 𝗳𝗹𝗮𝗻

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16 : : CAPÍTULO DIECISÉIS

i. FLAN DE CHOCOLATE

LA NOCHE NO HABÍA ACABADO EN UN SÓLO ASALTO y Sanji lo supo cuando la siguió besando y ella nisiquiera se molestó en corresponderle. Todavía tenía la respiración agitada cuando se dejó caer de espaldas a lado de ella. Ronnie todavía tenía una de sus manos sobre la cabecera de la cama, con la respiración igualmente de acelerada. Sanji no podía creer que había cumplido con su mayor sueño hasta ahora, había cumplido con su fantasía, parecía una especie de sueño irreal pero no había sucedido y que bien que le gustó.

Una sonrisa cargada de orgullo apareció en sus labios. No podía evitarlo. Se sentía orgulloso de haber asaltado ese hermoso cuerpo, ahora podía decir que oficialmente la castaña era suya.

Bien hecho soldado.

-¿qué hora es?- cuestionó ella aún agitada.

Sanji alzo la mirada y observó por la ventana la poca luz que se filtra, escucho a lo lejos un poco de ruido y si sus cálculos no estaban mal. Eran las cinco de la mañana.

-son las cinco de la mañana.- anunció sonriente.- todavía tenemos tiempo para un asaltó más.

Ronnie sintió sus mejillas calentarse, si el rubio le había besado hasta el lunar que tiene en el abdomen pero aún sentiría vergüenza. Le dió un manotazo por diversión y cubrió su cuerpo cuando se sentó en medio de la cama.

-¿no duermes?- cuestionó divertida.

Sanji la tomo con rapidez, y en un rápido movimiento la castaña terminó a horcajadas sobre él. El roce de la piel de ella con la suya causo una dulce sensación dentro de su pecho, no se acostumbria a su piel.

-contigo espero que no.

-uhm, para mí tres son más que suficientes.- dijo suspirando.- además tengo que ir al baño.

-¿por qué? quédate conmigo otro rato todavía no te quites mi olor.

-no voy a bañarme con este frío, ricitos.

-menos mal.

Ronnie se inclinó hacia él y lo beso rápidamente.

Tras haber hecho esto se alejó y tomo la camiseta que Sanji había usado el día anterior. La colocó sobre su cuerpo y se sintió menos exhibida.

-deja de verme los pechos.- lo acusó.

-¿por qué? son lindos y me encantan.

-pervertido.

Sanji se encogió de hombros, amaba la inocencia de la castaña. Aunque le gustaba más que elle fuese quien tomara la iniciativa.

Ronnie sonrojada se dirigió al bañó, por suerte la habitación contaba con uno y no tendría que exponerse al frío de la madrugada.

Dentro del cuarto de baño se vio en el espejo, su cabello enmarañado, su piel aperlada de sudor aún, intento arreglar un poco su cabello con sus dedos pero era casi imposible. Bajo sus ojos a su cuello y observó varias marcas en el, bajo un poco más la mirada quitó unos botones y admiro el color rojo del área junto a unos chupetones.

Pronto sintió un cálido aliento en su nuca, unas firmes manos tomarla de la cintura y su espalda se apego al torso de la persona. No debía de asustarse sabía de quién se trataba.

-Sanji, ¿que estás haciendo?- cuestionó al sentir una mano meterse entre sus piernas.

-tú sabes lo que hago.- ronroneó mordiendo el lóbulo de la oreja de ella.