El Físico Atrae, Pero No Es Por Lo Que Me Quedo©

Capitulo 19

Elizabeth

"El color de su sangre fue lo que aumentó mi sed de venganza"

-Elizabeth Parker.
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Pasar por las calles de California fue como un respiro para mí. Lastimosamente no lo hice sola como yo deseaba, por los guardaespaldas, pero sí me sentí ansiosa cada segundo en el camino.

A cada tienda que entré siempre fruncía el ceño, y Skay junto a Maksim sabían que nada de lo que veía me llenaba. No estaba a la altura de usar esos hermosos vestidos.

Aunque Skay y yo no hablamos, él me brindaba el espacio para poder decidirme respecto a mi atuendo. Cabe destacar que debía usar un vestido costoso, elegante y escoger unos zapatos altos para una reunión que harían esta madrugada.

Después de probarme más de diez vestidos y zapatos en las tiendas más costosas que había entrado jamás y que básicamente Maksim decidiera cuál vestido iba a usar, Skay recibió una llamada de Khaled. En resumen de la llamada: tenía que ir a una peluquería por órdenes de Khaled... Mis nervios aumentaron aún más. Por mucho que yo me negara a ir a la peluquería, Skay y Maksim me arrastraron a ella, pues tenía que llegar como nueva a la mansión. Antes de ir a la peluquería pasamos por una tienda de Cartier y me tocó escoger los accesorios con el que acompañaría el vestido.

Cualquier mujer estaría feliz si estuviera en mi puesto, pero no. Yo estaba distraída entre mis pensamientos vagos. Pensaba en cómo contactar a Barn sin levantar sospechas o dejar pista alguna de mi lazo con ella.

La tarde se estaba tornando insoportable para mí, y cuando los estilistas me pusieron las manos encima, supongo que ví el infierno. Esta vida no era algo que me encantara, pero me tocaba soportar todo esto. No estaba de ánimos para nada de eso.

Por un lado había alguien encargándose de mi manicura y pedicura, por otro había alguien encargado de mi cabello, y para finalizar, una maquilladora me estaba empezando a aplicar una crema hidratante en el rostro.

Nada de esto me tranquilizaba, tampoco me tenía feliz ni nada por el estilo. Más bien esto me ponía aún más nerviosa y causaba ansiedad.

Sólo oía lo que los estilistas decían que querían aplicarme, o lo que más me lucirá; mientras que yo simplemente me miraba a través del espejo y observaba a la mujer que reflejaba ahi. Por mucho que me maquillaran y arreglaran, ningún cosmético de belleza haría encender el brillo de mis ojos que en ese momento estaba apagado... Las tristeza que se reflejaba en ellos era demasiado notable, pero obvio, nadie a mi alrededor lo notaría porque simplemente no saben ver el alma destrozada de alguien por tantas cosas que la sociedad ha ejercido como prototipos de perfección.

Estaba pensando tantas cosas que no escuché cuando el estilista dijo: "¡Listo! Quedaste divina, mi niña"

Al girarme simplemente quedé mirándome en el espejo. Fue inevitable mi sorpresa. Comenzando con mis ojos tristes; tenian una sombra ahumada, con un delineado felino impresionante, algo que le daba mas vida a mis ojos y hacían resaltar el color verde. Mis labios estaban pintados con un pintalabios rojo carmesí matte, haciéndome ver más blanca de lo normal, aunque mis mejillas tenian un sonrojado natural.. Mi pelo estaba suelto y lo notaba más rubio, con unas ondas sencillas en las puntas, mientras que arriba estaba liso. Era suave, sedoso y muy largo...

Cunado volvimos a la mansion, al ver que Khaled estaba ocupado con sus hombres, decidí subir a mi habitacion asignada. Estaba agotada. Necesitaba descansar un momento. El día había sido agotador y más aún con la herida que tenía en la pierna.

Miré el vestido y las sandalias que me pondría dentro de dos horas y fruncí el ceño. Alguna vez pensé usar un vestido así, pero no en esta situacion. Estaba nerviosa, porque esta noche no sé si estaría en peligro al estar rodeada de tantos mafiosos y personas corruptas; porque sí, estaba segura que sería una fiesta de mafiosos, delincuentes y asesinos. Personas de sangre fría, donde lo único que podía resaltar era el lujo, dinero, drogas, mujeres, armas y poder.