La vida estudiantil era divertida e intensa, entrenamientos constantes para lograr el sueño de todo joven de volverse héroe, salidas y fiestas entre amigos como también fallidos intentos de llamar la atención del chico popular del salón.
Su vida en...
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Narrador
Curtis había escuchado el rumor sobre la existencia de bestias que sobrepasaban las cuatro marcas, pero ni en las memorias de su linaje había recuerdos que validaran la autenticidad de ello. Sin embargo, frente suyo, en la misma cueva que hace un par de días había reclamado ahora estaba presente el mismo rey de su especie.
Naturalmente la serpiente se ha considerado a sí misma como una bestia salvaje poderosa debido al número de marcas en su cuerpo, más por primera vez en muchos años, la serpiente roja sentía que se encontraba entre la vida y la muerte.
"¿Realmente está bien?" La preocupada voz de su hermosa compañera hicieron sonreír a Kaiser quien le respondió asegurándole que él era más fuerte.
"Es normal que las hembras sean las que elijan a sus machos." Comentó Killian pues a comparación de las hembras dentro de la Ciudad de las Flamas que eran constantemente torturadas al punto de que ellas buscaban la manera de acabar con sus propias vidas, el macho sabía que las demás féminas afuera de la ciudad de dónde él creció son las que tienen el control absoluto sobre sus manadas y _____ al ser la amada hija del mismo Dios de las Bestias debía tener a su lado únicamente machos competentes, por ello la bestia flotante estuvo de acuerdo con la decisión de su hermano.
Con la aprobación de sus dos esposos Kimura volvió a mirar a Curtis quién había permanecido en silencio desde el momento que se encontraron y la joven realmente deseaba que la serpiente estuviera igualmente de acuerdo a pesar de lo ilógico que era tener el dos serpientes como esposos teniendo en cuenta lo territoriales que son.
"Si te es posible compartir espacio con mis parejas, realmente me gustaría que pertenecieras a nuestra familia, aunque si no lo deseas también es entendible." La joven necesitaba una respuesta clara del hombre y no que fuera su esposo quien respondiera por la otra serpiente.
Al escuchar las palabras de su hembra Kaiser cerró los ojos y posó su frente sobre el hombro izquierdo de ella para continuar inhalando la intoxicante feromona de su pareja que le recordaba el hecho de que había dejado de ser una bestia errante y ahora tenía una pareja a la cual proteger y servir dándole un nuevo propósito a su vida.
Con la memorias de sus antepasados, la bestia entendía muy bien que ninguno de ellos fue capaz de recibir el amor de una hembra, que en su linaje nunca existió esa calidez que Kimura le otorgaba y su marca era la prueba que necesitaba para confirmar que realmente nunca estuvo soñando.
Debido a ello Kaiser permitió al cachorro de su misma especie ser capaz de aparearse con su hembra para así lograr mantenerse concentrado y evitar poner en riesgo a su pareja al finalmente ser capaz de sentir aquellas excesivas sensaciones que sus antepasados experimentaron luego de eliminar su estatus de errantes como también cuando los recuperaron.
El macho tenía claro que no debía repetir los mismo errores de sus antepasados y tener a un molesto cachorro cerca sería un constante recuerdo para forzarse a sí mismo a controlar aquellas obsesivas emociones que antes podía ignorar con facilidad al no ser capaz de sentirlas ni comprenderlas, y Kaiser podía ver claramente que ese cachorro no sería lo suficientemente estúpido como para rechazar a su hembra, pero en caso hacerlo, entonces lo mataría después de que _____ se durmiera ya que la bestia no podía permitirse que una serpiente así se fuerte se volviera un peligro para su compañera.
