La vida estudiantil era divertida e intensa, entrenamientos constantes para lograr el sueño de todo joven de volverse héroe, salidas y fiestas entre amigos como también fallidos intentos de llamar la atención del chico popular del salón.
Su vida en...
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Narrador
Sosteniendo entre sus brazos a su amigo, Kimura sintió un gran dolor de cabeza que la hizo tambalearse un poco y el constante ruido de las bestias atrapadas entre las ramas la enfureció de manera que no dudó en torturarlos hasta lograr escuchar sus huesos romperse.
"Basta." La voz de Kaiser resonó sobre los aullidos de los lobos que fueron callados al instante cuando la serpiente desprendió su aura. El macho se acercó a su compañera preocupado por su estado sabiendo que para una hembra el usar el poder de sus parejas además de poder salvarla de situaciones peligrosas, también drena mucha energía al no estar acostumbradas a tal fuerza, más la bestia se detuvo a medio camino ante la obvia actitud defensiva de la joven estudiante.
"¡Es mi compañero!" Gritó desesperadamente _____ mientras que con su kosei cubría las heridas de Bakugo para tratar de detener el sangrado, más la joven al final no pudo continuar sujetándolo casi cayendo de espalda de no ser por Kaiser que la cargó a pesar de sus protestas.
Incluso si Kimura estaba algo débil, creía que aún tenía la fuerza para ayudar a su amigo, pero le sorprendió ver que en un abrir y cerrar de ojos el cuerpo Katsuki se transformó por completo en lo que parecía un gran dragón rojo haciendo pensar a la peliverde que se había vuelto loca y ahora estaba alucinando.
La serpiente observó con enojo al nuevo cachorro que provocó que su pareja utilizara su marca de manera imprudente y aprovechando la distracción de su compañera mandó a Curtis que terminara de matar a las bestias errantes ahora que estaban tiradas en el suelo debido al gran aturdimiento que presentaba la chica.
A pesar de querer dejar al cachorro morir, era obvio que su pareja deseaba lo contrario y con la memoria de uno de sus ancestros que llegó a matar a un dragón para robarse a una hembra y aparearse con ella, Kaiser no quería que su _____ repitiera la misma acción de quitarse la vida como la hembra de ese recuerdo, así que con su cola arrastró a la joven bestia para encargárselo a Harvey que aún seguía sin lograr alcanzarlos.
"Cúralo." Ordenó la serpiente al leopardo luego de lanzar el cuerpo del dragón frente a él, dejando pasmada a Kimura que no sabía si estar triste, sorprendida o enojada por el trato que su esposo le estaba dando a Bakugo, pero la ojiverde no tenía permitido bajar de los brazos de Kaiser dejándole únicamente la opción de ver cómo el doctor se hacía cargo de la situación.
No pasó mucho tiempo para que la joven aspirante a héroe terminara ocultando su rostro en el pecho de Kaiser mientras su esposo Harvey estaba ocupado con Katsuki por tener miedo de que al final su amigo no pudiera ser salvado, al igual que sus padres.
"Los dragones son fuertes." Mencionó Killian tratando de animar el espíritu de su hembra, pero aquello no era suficiente para eliminar el nudo que tenía en su garganta ni los pensamientos dónde se culpaba a sí misma por no haber soltado la esfera dónde estaba atrapado su amigo mientras pasó el portal y así evitar todo el daño que ha recibido.
Con el bajo estado de ánimo de su compañera, las dos serpientes partieron hacia la aldea de los herbívoros para ir a comprar el arroz y así intentar distraer a la chica. Durante el camino los tres se mantuvieron en silencio, pues ambos machos desconocían el cómo podían lidiar con una hembra triste por lo que se deslizaron con rapidez esperando que al obtener el alimento que deseaba ella pudiera alegrarse.
Al cabo de un rato el trío llegó a la aldea asustando por completo a las débiles bestias herbívoras por la presencia de las dos serpientes, pero ninguno de los dos machos se inmutó ante el comportamiento de ellos y continuaron avanzando hasta llegar al establecimiento de intercambio dónde Kaiser le entregó a Curtis su hembra para él encargarse de pagar el cristal y tomar todo el arroz que tenían disponible.
Incluso si las bestias se encontraban alegres de poder conseguir un cristal con el cuál sus problemas de falta de sal serían resueltos, los herbívoros fácilmente se percataron de la pequeña hembra a la que no pudieron ver su rostro por la protección de las dos bestias salvajes haciéndoles pensar de inmediato que ella se encontraba en peligro debido a que no alcanzaban a ver marcas en su cuerpo y la silenciosa actitud que ella mostraba creyendo que se debía a que tenía miedo.
Debido a su blanca piel como su hermoso y largo cabello color verde, el líder de la tribu dedujo que la adolescente además de aún no haber entrado en su primer celo, debía ser una hembra de alguna gran aldea pensando también que podría ser incluso de la Ciudad de las Bestias por su gran belleza. Así que cuando las serpientes se retiraron él ordenó a su gente el hacer una señal de humo para advertir sobre la hembra que fue secuestrada.
Aunque Kimura intentara estar alegre para calmar a sus parejas, la chica realmente se encontraba devastada por poner en riesgo a su amigo puesto que el chico aún tenía familia en la Tierra que lo esperaba y que seguramente ahora estarán preocupados por la seguridad de su hijo. Sabiendo que en lugar de rescatarlo simplemente lo ha traído a un lugar mucho más peligroso, la peliverde únicamente quería llorar y que el Dios Bestia escuchara sus plegarias, más hasta el momento era obvio que seguía sin responder.
Sin embargo, al momento de regresar a la cueva dónde los demás se encontraban Kaiser sorprendió a _____ cuando él metió en la boca de Bakugo un cristal asegurándole que el chico estaría bien después de descansar un par de días y con la afirmación de Harvey esta vez Kimura finalmente terminó llorando, pero esta vez de felicidad.
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