Narrador
Soltando la mano de Bakugo, la peliverde colocó un pie dentro del río sintiendo la corriente de agua fría sobre su piel lo cuál tranquilizó un poco su acelerado corazón, ya que tener relaciones sexuales con su amigo era completamente diferente a hacerlo con una persona que prácticamente desconoce.
"Ese equipo del que hablas... ¿Quiénes son?" La pregunta del chico volvió a poner nerviosa a Kimura, debido a que prácticamente ella le tendría que mentir primero para asegurarse de que sus esposos accedieran también a cubrir la identidad de su amigo más la joven estaba consciente de que una vez se enterara de la realidad del mundo en el que están, lo más seguro era que Katsuki la comenzara a odiar.
"¿Te bañaste en perfume, Espinas?" La inesperada pregunta de Bakugo tomó por sorpresa a la adolescente, quien prácticamente sentía el cuerpo de su amigo pegado a su espalda. "Nada mal." Volvió a decir el rubio rozando sus labios en la oreja derecha de la peliverde.
"Eso es bueno, estaba preocupada en un inicio por todo el ejercicio que me hiciste hacer." Comentó _____ mientras se daba la vuelta y observaba el rostro de su amigo notando las pupilas dilatadas del chico. "¿Nos damos un baño? Seguramente estamos llenos de polvo." Bromeó la chica alejándose de él para adentrarse más al río y desatar el nudo de su prenda superior.
Con un sonrojo en sus mejillas la joven aspirante a héroe comprendió que su feromona igualmente afectaba a su amigo y sabiendo que no podía desaprovechar la oportunidad frente a ella, la adolescente se prometió así misma que debía hacer todo lo posible para compensar a Bakugo incluso llegando a pensar que debía pedirle al Dios de las Bestias que removiera la marca de su unión para que el chico pudiera regresar a la Tierra una vez ella lograse encontrar El Templo de la Vida.
Entre la razón y el deseo Bakugo observó con deleite las curvas del cuerpo de su compañera de clase, siendo cautivado por aquel intenso aroma que emanaba de ella. En condiciones normales tal vez se llegaría a preguntar cómo podía determinar aquello tan fácilmente, más ante las obvias provocaciones de la misma chica de la cuál ha estado enamorado, tales pensamientos fueron dejados de lado.
Sosteniendo el lacio cabello de su amiga, Katsuki pronto lo apartó y deslizó su mano por su espalda hasta acariciar sus caderas notando que realmente ella no parecía negar sus acciones como en aquella noche dónde saboreó sus labios por primera vez.
Ante el íntimo encuentro frente a sus ojos, ambos machos se mantuvieron quietos y en silencio ocultos entre las ramas de los árboles analizando cada movimiento de la pareja sin vergüenza alguna al considerarlo como una situación normal que podría ocurrir en cualquier momento.
La única diferencia radicaba en el hecho de que esa misma hembra que ahora estaban resguardando de que otras bestias llegaran a interrumpirla, les había prometido que igualmente los tomaría como pareja por lo que a pesar de del creciente calor en sus cuerpos, ambas águilas se mantuvieron firmes para hacer bien su trabajo esperando que sus esfuerzos realmente lograran ser recompensados y ella llegase a mantener su palabra.
Para la sorpresa de Ziven, presenciar la unión de la hembra que había rescatado sin duda le resultó fascinante ya que incluso siendo muy similar al acto sexual de muchas hembras, era claro que entre la pareja el contacto de piel resultaba ser muy obvio e importante para ellos por lo que el águila entendió enseguida que ese macho realmente había logrado ganarse su amor y estaba seguro de que su marca aparecería sobre su pecho.
Incluso si el olor a sexo era evidente en el aire, captar la dulce fragancia de la joven no representaba mucho problema para las bestias y bajo la amenaza del águila blanca, Muir logró recobrar su cordura provocando que Ziven se percatara de los posibles problemas que podrían presentarse y recordando los demás tatuajes sobre el pecho de la adolescente, la bestia realmente no podía comprender cómo esas bestias salvajes llegaron a obtener tal privilegio cuando ninguno de ellos se encontraba presente.
Así que para mantener la calma ambas águilas se dispusieron a observar la situación a los alrededores para evitar que otras bestias se acercaran, llegando a tranquilizarse en el anochecer, momento en el que la pareja decidió terminar de jugar.
Dejando en el suelo una gran hoja que resguardaba un par de frutas que Muir recolectó, el águila negra ofreció dicho alimento a su futura compañera ignorando nuevamente el rostro enojado de Bakugo y con un simple gracias de la fémina, el ave regresó con alegría al árbol a hacer guardia.
Cuando Kimura decidió degustar la manzana, la intensa mirada de su amigo o más bien su ahora nuevo esposo, le era imposible de ignorar y sin saber con qué tema debía de proceder a explicar primero, la peliverde decidió voltear a verlo para que saber si había alguna pregunta que él deseaba que le respondiera primero.
Sin embargo, los ojos del chico se dirigieron por completo a su pecho y el repentino toque de los dedos de Katsuki en su pezón izquierdo la estremecieron al sentir que su cuerpo seguía estando algo sensible. Pero al tratar de entender lo que su compañero trataba de hacer, _____ notó su nuevo tatuaje luego de que su amigo soltara su pecho percatándose que en efecto había un dragón resguardando su pezón por completo.
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The Queen of Beasts | Rayita X BNHA/BATB Harem
FanfictionLa vida estudiantil era divertida e intensa, entrenamientos constantes para lograr el sueño de todo joven de volverse héroe, salidas y fiestas entre amigos como también fallidos intentos de llamar la atención del chico popular del salón. Su vida en...