Narrador
Descalza sobre la nieve, apenas podía distinguir su entorno debido a la densa neblina. Con el silencio como único acompañante, continuó sin pausa, notando las oscuras manchas en el suelo que rápidamente identificó como sangre.
Pronto, los vestigios de la guerra se volvieron notables cuando, con cada paso, se encontraba con montones de restos humanos a los costados, evidencia del caos desenfrenado por el que todos habían atravesado, donde la victoria no tenía significado alguno en el ahora desolado paisaje.
Solo cuando se detuvo frente al enorme montículo de irreconocibles restos de carne, se percató de las lágrimas que corrían por su rostro. Aun así, siguió observando aquellos ojos negros como la noche que la miraban desde la cima de los restos.
"¿Estás bien?" Como un susurro se escuchó en la lejanía, pero tal pequeña distracción fue suficiente para que aquel ser desapareciera y todo a su alrededor se oscureciera.
Con el ceño fruncido e incómoda por el frío que recorría su cuerpo, Kimura abrió los ojos con pesadez en aquella oscura habitación dónde vagamente podía distinguir la silueta de uno de sus esposos.
Tanteando su alrededor con las manos, la joven sintió entre sus dedos la fría piel de uno de sus maridos, llegando así a recordar que había decidido dormir junto a las dos serpientes, más el ligero escalofrío aún presente en su cuerpo, le hacían añorar esconderse bajo una gran colcha.
"Aquí estoy" Mencionó Curtis abrazando a su compañera por la espalda luego de ver lo desorientada que estaba al despertar. "¿Un mal sueño?" Cuestionó la serpiente al ser la primera vez que la veía quejarse mientras dormía.
"No... No recuerdo." Respondió ____ sujetando los brazos de su pareja para recargarse en su pecho y así tomarse un pequeño tiempo de calmar su respiración. Conforme pasaba el tiempo, la habitación se veía gradualmente más iluminada, pero los rayos del sol aún no se asomaban por la ventana de piedra, por lo que era lógico deducir que aún era madrugada.
Entre descansar y levantarse, la ojiverde escogió la segunda opción al no poder conciliar el sueño, dirigiéndose así a la sala principal dónde los dos lobos y el tigre se despertaron al sentir su presencia, más aún nerviosos de lo que la hembra diría o haría, los tres se mantuvieron callados.
La risa de Bakugo fue suficiente para que Kimura suspirara, dándose cuenta de que realmente debía instalar algún tipo de iluminación en la casa. Estuvo a punto de tropezar con algo en el suelo, pero gracias a su esposo Killian, no sufrió ningún accidente. Sin embargo, bajar de los brazos de la bestia se volvió un nuevo desafío cuando los machos entendieron lo mala que era la visión de su hembra.
Únicamente cuando Harvey con la ayuda de Muir encendieron la fogata en la sala, la joven adolescente recuperó finalmente su libertad. Poco después, varias frutas aparecieron frente a ella, ya que el leopardo no permitiría que su hembra pasara hambre mientras se encargaba de preparar el desayuno.
A pesar de ello, _____ sostuvo el brazo del doctor antes de que se llegara a retirar debido a que el desayuno debía esperar, mencionándoles a sus esposos que aceptaría a sus nuevos compañeros como se los había prometido la noche anterior y una vez se completara la unión se dispondría a comer y pasar el resto del día descansando o decorando la casa.
"¿Y luego qué? ¿Mañana piensas acostarte con ese tal rey?" Protestó Katsuki de inmediato apretando la mandíbula con fuerza.
"No es mi tipo, es un dolor de cabeza." Respondió la peliverde con sinceridad, pero sus palabras sólo le causaron gracia al cenizo.
"¡Jajaja! Ayer estabas muy a gusto coqueteándole a ese bastardo todo el tiempo." Bramó el chico con fuerza, más ningún macho lo forzó a calmarse incluso si no entendían por completo sus palabras, pues la idea era clara y como bestias, les era inevitable sentir ira y desesperación cada que su hembra decidía tomar nuevas parejas.
"Era la mejor opción... Era la mejor opción para bajar su guardia." Habló la joven observando la madera arder. "Wilbert es una gran amenaza para nosotros, puedes pensar en el como alguien similar a Shinso. Lo que los diferencia, es que el rey hará cualquier cosa para cumplir sus objetivos y eliminar todo aquel que le estorbe o considere un enemigo."
"Puedo matarlo ahora mismo." Mencionó Kaiser acariciando el cabello de su compañera.
"Esconder su cuerpo será sencillo, no podrán encontrarlo." Dijo Muir siendo apoyado por Ziven quién extendió ligeramente sus alas para afirmar su postura provocando que Kaiser elevara ligeramente las comisuras de su boca puesto que no dejaría resto alguno, más aquello no era algo que su pequeña hembra debiera de saber al respecto.
"Sólo causarán una guerra, además acabamos de llegar y eso nos volvería los primeros sospechosos." Suspiró la joven al pensar que en algún momento sería inevitable tener que volver a ver a ese simio. "Los dragones solían estar extintos, así que no lo rebeles, es mejor que sigan pensando que eres una bestia salvaje pues tu libertad será mayor y no llegues a aceptar nada de ese simio."
Ante la advertencia de la chica, el cenizo guardó silencio, perdido en sus pensamientos y con el ceño fruncido. Los hermanos lobo intercambiaron miradas, conscientes de la veracidad de sus palabras ya que, habitualmente era el rey simio quien les encargaba perseguir y deshacerse de esas bestias. La idea de que en algún momento el rey les ordenara dañar a la hermosa hembra de la que estaban enamorados les resultaba simplemente inaceptable y en silencio, juraron dar sus vidas para protegerla. Mientras tanto, Winston miraba al suelo, preguntándose si su presencia causaría problemas ahora que era más evidente el desprecio que Wilbert sentía por él.
Habiendo aclarado su punto de vista Kimura guardó silencio estando un poco nerviosa de hablar de ello frente a los dos hijos del rey de los lobos cuando era obvio que todo el clan estaba bajo el mando de Wilbert.
"¿Qué harán?" La pregunta de Kaiser desconcertó a la peliverde, más al seguir su mirada notó que esperaba la respuesta de quiénes pronto serían sus nuevas parejas.
"Mi vida le pertenece a mi compañera." Habló Bart seriamente.
"No importa si tengo que ir contra el rey, moriré si es necesario." Continuó Shuu.
"Protegerla será mi prioridad." Respondió por último Winston.
Satisfecho con las palabras de las bestias, la serpiente negra le ordenó a todos retirarse dejando a Kimura y a los tres machos completamente solos en la casa.
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The Queen of Beasts | Rayita X BNHA/BATB Harem
FanfictionLa vida estudiantil era divertida e intensa, entrenamientos constantes para lograr el sueño de todo joven de volverse héroe, salidas y fiestas entre amigos como también fallidos intentos de llamar la atención del chico popular del salón. Su vida en...