Narrador
Ante el sonido formado por el constante choque de pieles, Muir se mantuvo quieto en su lugar a pesar de estar relativamente cerca de ellos. Un poco aturdido el macho observó las cicatrices que cubrían gran parte del brazo derecho de Ziven, y desviando la mirada el hombre bestia se enfocó en el trozo de piel de serpiente cubriendo la visión de la hembra.
Incluso si ella es la hembra es la más hermosa que ha llegado a conocer, Muir consideró que era muy extraña ya que con su advertencia acerca de lo poco atractivo que es el águila blanca ella decidió aceptarlo por lo que le intrigaba saber cuál sería su reacción al momento de que llegase a ver su verdadera apariencia, pues Ziven tampoco es de los machos más altos.
Sólo los suaves gemidos que se escapaban de labios de la peliverde despejaron de la mente de la bestia provocando que su atención regresara al cuerpo de ella percatándose de cómo el águila blanca estaba repitiendo la misma acción que tiempo atrás hizo el dragón de sujetar con ambas manos el trasero de la hembra y masajearlo mientras ella lo abrazaba también con sus piernas.
Tal posición realmente era distinta a lo que la bestia había observado con anterioridad pues comúnmente las hembras preferían estar acostadas en el suelo durante el apareamiento para que el macho hiciera su trabajo ya que al estar de pie, ellas suelen cansarse con mayor facilidad.
"¡Ah!... Muir, únete." Habló Kimura entre jadeos sorprendiendo al nombrado que había creído que pasaría el resto del tiempo únicamente con el águila blanca.
Luego de recibir tal propuesta la bestia se alegró de inmediato, más antes de actuar el macho recordó acerca del líquido que se debe de usar cuando una hembra se aparea con más de un macho al mismo tiempo. Los doctores del clan de los simios aseguraban que dicho líquido disminuye la incomodidad de la hembra y que posee propiedades curativas que ayudarían a una recuperación más rápida después del acto.
Con aquella información en la mente, Muir se frustó por haber rechazado el comprar esa medicina cuando el doctor se lo ofreció tiempo atrás, pero sabiendo que algunos de los ingredientes eran frutas la bestia tomó las pequeñas burbujas moradas y las frutas rojas con semillas para aplastarlas en su mano y obtener el jugo de estas.
Debido a que las frutas se encontraban maduras fácilmente el águila pudo obtener lo que buscaba esperando que su improvisación fuera más que suficiente para no lastimar a la pequeña hembra.
Siendo sujetada por los dos machos _____ posó su frente sobre el pecho de Muir para descansar, sabiendo que se trataba de él debido a lo suave que es su piel al tacto. En aquella oscuridad Kimura suspiró ante la energía de los hombres bestias y siendo consciente de que su cuerpo estaba llegando al límite les ordenó a ambos que se detuvieran.
"Quiero dormir y hace frío." Se quejó la chica al momento de sentir una mano impedirle retirarse la piel de serpiente.
"¡Haré un nido!"Habló de manera entusiasmada Muir luego de sentar en el césped a su ahora hembra quién aprovechó el momento para enfocarse en vestirse.
Con la falda amarrada a la cintura Kimura alzó la vista encontrándose a una gran águila blanca de ojos morados observándola y en el instante que sus miradas se cruzaron, Ziven extendió la ala izquierda para cubrir su cuerpo y evitar que la corriente de aire la tocase.
"¿Eh? ¿Quieres que te use como almohada?" Bromeó la joven recargando su cuerpo sintiendo cómo las plumas de su nuevo esposo eran realmente suaves y cómodas. "De hecho no parece mala idea." Bostezó la chica hablando más dormida que despierta.
Al poco tiempo la respiración de su hembra le indicó que realmente se había quedado dormida por lo que Ziven sin moverse de su posición, finalmente levantó la cabeza y observó al dragón que se estaba acercando ahora que ya había regresado.
"Ni siquiera dudó e-" Debido a que el macho de ojos rojos había alzado la voz de inmediato fue callado cuando él llegó a sentir un gran escalofrío recorrer su cuerpo, más renuente a darse por vencido el chico estando furioso comenzó a crear ligeras explosiones de sus manos.
Pero su pequeño intento de rebelarse únicamente causó que terminara en el suelo bajo la presión de su oponente. Tal escena despertó el interés de Muir, quien regresó sosteniendo en sus garras varias ramas y grandes hojas que usaría para crear el nido de su compañera, sin embargo, su aterrizaje no fue el más silencioso ya que el aleteo agitó los árboles cercanos por lo que al final su cabeza impactó contra el suelo de manera similar al dragón del cual se estaba mofando al principio.
Teniendo a los dos machos inmóviles, Ziven fijó su atención en su hembra y agradeció que ella estuviera completamente exhausta como para llegar a despertarse con el ruido, pero eso no redujo su irritación hacia las otras dos bestias, quienes se vieron obligadas a soportar la presión hasta que Bakugo finalmente aceptó su derrota, justo cuando el sol estaba casi en su punto más alto del día.
Al obtener la libertar de moverse el cenizo se levantó del suelo y escupió un poco de sangre, con cada acción que realizaba podía sentir dolor en cada uno de sus músculos debido al anterior esfuerzo de querer contraatacar. De la frustración y rabia que sentía, Katsuki apretó ambos puños con fuerza al darse cuenta que volvía a encontrarse en una situación en la que su fuerza no era suficiente.
Por otro lado, Muir comprendió el motivo por el cual el rey siempre mantiene a Ziven a su lado, especialmente cuando este último perdió sus marcas, pues de no ser por su incapacidad de hablar, Ziven estaría al mando.
Al notar cómo el águila blanca le indicaba con la mirada el puñado de frutas recolectadas la noche anterior, Muir se elevó de nuevo en busca de más frutas frescas y una presa adecuada. No lo hacía por una orden directa de la bestia, sino porque sabía que era lo que su compañera necesitaría al despertar.
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The Queen of Beasts | Rayita X BNHA/BATB Harem
FanfictionLa vida estudiantil era divertida e intensa, entrenamientos constantes para lograr el sueño de todo joven de volverse héroe, salidas y fiestas entre amigos como también fallidos intentos de llamar la atención del chico popular del salón. Su vida en...