⋒ 40 ⋒ Soy tu tía

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Narrador

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Narrador

Salir de casa con un vestido floreado de tirantes llamaría mucho la atención, por lo mismo, la ojiverde cubrió todo su cuerpo con la capa roja de su esposo Curtis que le permitiría continuar usando cualquier atuendo de su armario sin preocuparse por explicar el tipo de tela del que están hechos.

Al recorrer las calles la ciudad, Kimura apreció cada vista montada sobre el lomo de su tigre blanco, quien se sorprendió inicialmente por su decisión. Era de conocimiento general que Winston tenía una cicatriz prominente en su rostro, un recordatorio constante de una batalla pasada que había dejado una marca no solo en su cuerpo, sino también en su autoestima.

Sin embargo, bajo las diversas miradas de curiosidad, asombro y miedo que atrajo el grupo, la bestia sentía una mezcla de orgullo y poder con el reconocimiento de su fuerza y capacidad por parte de su hembra, al demostrarle a los demás que él no solamente ya estaba apareado, sino que igualmente tenía un lugar al cuál pertenecer.

Mientras avanzaban, Kimura notó cómo la ciudad estaba diseñada para integrarse con el entorno natural, parecía un laberinto de caminos de tierra, con edificios de piedra y madera que se alzaban a ambos lados, cada uno construido con un estilo robusto y funcional. Había plantas trepadoras que adornaban las paredes de las casas, y grandes árboles proporcionaban sombra entre las calles. La arquitectura era una mezcla entre lo salvaje y lo civilizado, un reflejo perfecto de las bestias que la habitaban.

Finalmente, llegando a la plaza central dónde se encontraba la gran plataforma cuadrada en la que la mayoría de los eventos se lleva a cabo y los reyes dan anuncios a su pueblo, un grupo de hembras se encontraba descansando en dicho lugar, observando desde esa altura el mercado que estaba en pleno apogeo.

Las tiendas se ubicaban mayormente en la cercanía de la plataforma, siendo todas y cada una de ellas manejadas por machos. Sobre grandes pedazos de piel, o incluso en el mismo suelo, cada puesto estaba lleno de productos artesanales, desde herramientas de piedra y madera hasta tejidos hechos a mano, y la actividad constante de los comerciantes y compradores llenaba el aire con un bullicio vibrante.

Con ayuda de Bart, _____ descendió del lomo de Winston y acariciando suavemente su pelaje en señal de agradecimiento, el tigre se alejó un momento para transformarse debido a que dentro de la ciudad los machos no tienen permitido hacerlo frente a una gran multitud de hembras.

Juntos caminaron por el mercado y escuchando a los vendedores era fácil entender que a falta de dinero, las bestias realizaban trueques ya sea por comida u otro artículo que ellos consideraran igual de valioso. Con la noticia de su embarazo, la joven se acercó con curiosidad a un puesto que ofrecía cestas de diversos tamaños, como también largas tiras de madera y fibras naturales que de inmediato supuso debían ser específicamente para crear las canastas.

"¡Ah, bella hembra! Eres joven, tus manos son delicadas, puede ser difícil hacer cestas. La temporada de lluvias está cerca, es mejor estar preparados antes de que la madera se pudra." Comentó el vendedor, un viejo zorro que por su edad cazar ya no era tan sencillo como antes y vender artículos necesarios para las hembras era su manera de seguir obteniendo alimento.

The Queen of Beasts | Rayita X BNHA/BATB HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora