MARCO
¿Qué acababa de decir? Por dios, espero que Azul lo pase por alto. Desde que éramos niños me ha parecido muy bonita pero nunca se lo he dicho. Me costaba mucho expresar lo que sentía por lo general por eso ella no lo sabia pero estaba vez se me había ido de las manos.
Al tenerla tan cerca solo pude reaccionar de la manera en que lo hice, acercándola a mi para volver a sentir su perfume pero todo se salió de mi control cuando al hacerlo Azul cayo sobre mi y aun peor cuando su mano que estaba libre cayo muy cerca de mi entre pierna.
Note como poco a poco mi miembro estaba reaccionando a ese contacto y no tuve mejor idea que decirle lo que le dije. Sabia que era lo mejor para que se alejara antes que la lujuria y el deseo le gane a mi control por completo. Para mi suerte, luego de aquel momento, Azul se calmo. Pude hacerla entrar al restaurante en son de paz aunque me ha costado.
Ya estando allí dentro, vi realmente su alegría y decidí cancelar mi almuerzo de negocios ya que no podía dejarla con las ganas de quedarse a comer allí. Al momento de pedir la comida comprobé por segunda vez en el día que no había cambiado en nada. Se pidió una hamburguesa común sin bacon con unas papas grandes como toda su vida lo hizo.
Luego de recibir el pedido fuimos a sentarnos a una mesa cerca de los juegos para niños. Sabia lo mucho que a Azul le gustaban los niños por lo que elegí una mesa cercana a estos y nuevamente lo comprobé al ver como lentamente al llegar a la mesa se le iban levantando las comisuras de sus labios. Joder era tan tierna cuando hacía aquello; sus pupilas se dilataban de la alegría dejando una línea muy delgada de sus iris celestes que contrastaban con su bella cabellera pelinegra que llegaba un poco más abajo de los hombros. Ella era simplemente hermosa.
Estaba muy metido en mis pensamientos hasta que Azul rompió el silencio que nos rodeaba.
- ¿De que trabajas Marco?- Pregunto con un deje de temor en su voz
- Soy el dueño de la empresa con la que el hospital esta haciendo la campaña por la tu estas aquí
- ¿ Como es posible? Si la empresa con la que trabaja el hospital es una de las mas reconocidas de Nueva York
- Bueno, me ha llevado mucho trabajo que ni aun yo mismo me lo creo pero lo he logrado
- Woah, ¿en que momento Marco Morgan se ha convertido en un hombre de negocios? - Dijo sorbiendo lo ultimo que le quedaba de su refresco
- Precisamente no lo se, pero cuéntame tu un poco de tu vida
- Me recibí en la Universidad Complutense de Madrid hace cuatro años de psicóloga y desde entonces estuve trabajando en el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid como psicóloga infantil y de rehabilitación - Respondió a mi preguntan
- No has cambiado en nada Blu. Desde siempre tuviste tus metas claras- Dije al darme cuenta que todo lo que se proponía lo lograba- Oye y se que este es un tema sensible pero ¿Tu madre como ha estado?
- Bien. Sigue con todos sus chequeos de rutina pero por suerte el cáncer no ha vuelto - Contesto un poco decaída
Sabia que me estaba ocultando algo pero no la presionaría. Encontraría la manera en que pueda confiar en mi nuevamente y me cuente todo para poder ayudarla.
- ¿Estas cansada? - Le pregunte cambiando de tema para no incomodarla más
- Si, la verdad si
- Entonces vamos. Te llevo a tu nuevo piso
Salimos del restaurante. Nos subimos a mi auto y puse el GPS para llegar a su piso. Tardamos aproximadamente 15 minutos. Al llegar el edificio no se veía tan mal. Parecía un lugar vintage. Me baje del auto para ayudarla a bajar su equipaje. Quería ayudarla a llevar las cosas a su piso pero no me dejo, por lo contrario se despidió de mi. No me iba a quedar con los brazos cruzados y dejar que ese sea nuestro ultimo encuentro.
- Te veo mañana. Paso a recogerte a las 9am. que descanses Blu
Y así fue como me despedí de ella y luego me subí a mi carro. Tenía que planear todo para mañana. Obviamente una parte del tiempo íbamos a trabajar pero la otra tendría que ponerme a pensar en algo que a Azul le gustase para hacer después del trabajo para pasar más tiempo junto a ella porque se que intentará estar lo más distante posible. A menos que sea por trabajo no me querrá dirigir la palabra.
Durante el camino a mi casa hice un par de llamadas y prepare todo para el día siguiente. Espero que salga todo bien. Se que Azul cuando se propone algo lo cumple y estaba más que claro que el no perdonarme jamás lo que había hecho era una de sus metas pero lo que no sabe es que yo verdaderamente cambie y se lo demostrare. Ahora solo queda esperar a que sea mañana.
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Entre tantos, tú.
RomantikUna amistad de la infancia que se rompió a fines de su adolescencia. Será que después diez años son capaces de reencontrarse y hacer como si nada hubiera pasado? Aquí vamos a conocer la historia de Azul, una mujer genuina y valiente, y Marco, un ho...