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Dos semanas después
AZUL
Todo es muy difícil pero fácilmente a la vez. No he dejado de pensar en todo lo que pasó y me siento indigna.
Necesitaba a todo lo que Marco me brindaba, desde una terapeuta hasta el cariño y respeto pero aún no estoy lista para hablar.
Desde lo que sucedió he tenido ataques de pánicos más repentinos pero por suerte Marco jamás vio alguno. Ya estaba haciendo demasiado por mi y se que se sentía culpable.
Cómo de costumbre desde hace dos semanas atrás, estoy apunto de salir de mi piso ya que Marco me vendrá a recoger para ir a la oficina a otra de las reuniones importantes que tenemos sobre la campaña. Apenas hace una semana he vuelto al trabajo pero es lo que me mantiene distraída.
Al bajar del piso no encontré el coche de Marco así que decidí cruzarme a la farmacia a comprarme mis píldoras anti conceptivas y otras cosas que me pidió mi ginecóloga. Salí y estaba allí, enfrente de la puerta de mi edificio.
- Ey, estoy aquí - Dije elevando un poco la voz desde el otro lado de la calle
- Blu, buenos días
Cruce y me subí al auto.
- ¿Cómo está yendo esta semana en tu piso? - Pregunto preocupado
- Bien. No tienes que sobre preocuparte
- De acuerdo
- De acuerdo
Finalmente nos marchamos hacia las oficinas y la reunión comenzó. Todo estaba bien hasta el momento. Ya he podido hablar tranquila pero cuando unos de los dirigentes me empieza a discutir algo de mi trabajo todo se pone borroso.
- Permiso, ya vuelvo. Iré al baño- Dije levantándome apurada de allí
No lo podía contener. Estaba pasando de nuevo. Decidí ir a la sala de archivos donde nadie suele entrar y me senté allí en el suelo. Empecé a sentir náuseas, el corazón iba a mil por hora, no paraba de temblar y estaba asustada. Las respiraciones que ya había practicado con la terapeuta no estaban funcionando, sentí como poco a poco me estaba desvanecienciendo.
De pronto cuando pensé que me moriria allí. Marco entró a la sala de archivos.
- Azul, mírame - Dijo tras enderezarme en el suelo - ¿Desde cuando?
No podía responderle. No tenía aire, me sentía ahogada.
- Esta bien. No me respondas. Respira profundo Blu
Se sentó a mi lado rodeándome con sus brazos hasta que me calme un poco y fui capaz de responderle.
- No hace mucho- Tome un poco de aire- Ya los había controlado pero luego de... - Se me entrecortó la voz
- Luego del secuestro volvieron - Termino por mi
- Marco, no fue solo el secuestro
Noté como sus facciones cambiaron por completo.
- Blu, ¿qué es lo que realmente te hizo ese cabron?
- Cuando llamaste para ver dónde estaba y te contestó Mike, al colgar le pedí ir al baño pero cuando me soltó, intenté huir pero me alcanzó y... - Sentía un nudo en la garganta y las lágrimas ya se habían apoderado de mis ojos
- Si no estás lista no lo hagas cariño- Dijo abrazándome aún más fuerte
- Marco, intenté huir pero su cuerpo me presionaba. Me estaba lastimando. No comprendo como una persona con la que me relacioné podía llegar a hacerme todo lo que me hizo - Me sentí lista para poder poner en palabras lo que me había hecho- Me violo

MARCO
  Mierda. Azul me acaba de confirmar lo que más temía. Todo había sido mi culpa. El hijo de pita de Mike le había puesto las manos encima y eso no me lo perdonaría jamás al igual que el no haberme dado cuenta que Blu había vuelto a tener ataques de pánico mucho más fuertes y seguidos de los que tenía hasta el día de hoy. Lo único que podía hacer ahora era abrazarlo y consolarla.
Me encargué de llevarla a su terapeuta y me quedé afuera del consultorio durante toda la consulta. Al terminar esta la lleve a su piso y le avisé que a la noche la pasaría a buscar. Tenía organizadas algunas actividades para despejarla un poco de todo aquello.
A las 10 pm fui a recogerla y estaba allí vestida con la sudadera que le había prestado aquel día con unos pantalones cortos de jean y unos zapatos deportivos esperándome. Subió al coche y nos marchamos.
- ¿Dónde iremos? - Preguntó a medio camino
- A un lugar que creo te gustará
  Durante todo el camino estuvo insistiendo pero siempre le respondía lo mismo, hasta que llegamos.
- Se que para ti las estrellas tienen un significado importante para ti así que te traje hasta aquí para verlas- Dije tras tomarla de los hombros y dirigirle la mirada al cielo
Noté como se deslizaba una lágrima por su mejilla y la gire para quedar cara a cara
- Ey, no llores- Dije secándole la mejilla
- Ya tengo una deuda de por vida contigo - Dijo tras empujarme con sus manos mientras se reía
- Supongo que eso es que te ha gustado- Dije divertido
- Joder, si que me ha encantado
- Pues me alegro porque he traído una manta para sentarnos
Acomodamos la manta en el suelo y nos sentamos.
- Sabes, viendo las estrellas me he acordado de una historia que me ha contado mi abuelo - Dije girando un poco la cabeza y ver cómo Azul estaba mirando las estrellas embelesada
- A ver, cuéntame
- ¿Estás lista?
- Quiero ver ahora con qué me sorprendes Morgan- Contestó tras por fin dirigirme la mirada con una media sonrisa- Pero primero quiero ponerme cómoda, ¿puedo? - Dijo señalando mis piernas.
Asentí y se recostó en el medio de mis piernas con un almohadón que había traído para estar más cómodos. Finalmente empecé a contarle.
- Se dice que Apolo conoció a una mujer preciosa que se estaba bañando en el río y le preguntó:
¿Cómo te llamas princesa?
La mujer le dijo:
No soy una princesa, soy una chica normal.
Apolo se quedó totalmente hipnotizado así que le pidió matrimonio - Blu seguía concentrada escuchándome así que continué - Al principio ella no aceptó. Él lo intentó, lo intentó y lo intentó hasta que finalmente ella accedió hasta que en ese momento Apolo recordó que era inmortal, se dio cuenta que la mujer se haría mayor y él no y se acabaría muriendo. Para no rechazarla le dijo:
Algún día vendré a buscarte
Ella espero, espero y espero -Note como se le llenaron los ojos de lágrimas- Nunca dejo de creer que Apolo vendría por ella, pero al final de tanto esperar, se convirtió en un girasol
Vi como Blu se secaba sus lágrimas con la sudadera así que decidí preguntarle si quería que continuara a lo que asintió así que continué
- Uno cae en las mentiras del amor y tras caer en ellas no puede ver con claridad - Terminé de contar
- Marco - Blu se dio vuelta y se reincorporó para quedar cara a cara
-¿Si?
- Tu siempre serás mi Apolo y yo tal vez siempre sea tu princesa
Tras escuchar aquello se me estruja el corazón del solo hecho de pensar que ella sea capaz de esperarme años luz.
- Eso jamás pasará. Nunca más te dejaré sola. Te lo prometo- Dije y le saqué las últimas lágrimas que tenía
No fui capaz de contenerme y le tome la cara posando mis labios sobre mis suyos. Esa fue mi manera de pactar mi promesa. Fue un beso totalmente distinto al del día que la cuide luego del viaje a nuestro pueblo. Este fue uno que pactó una promesa.

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⏰ Última actualización: Oct 19 ⏰

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