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MARCO

Amaneci en el piso de Azul con una llamada pensando que era mi teléfono, pero no, era el de Blu. Cuando fui a atender para ver quien era justo la llamada se colgó. No llegue a ver quien era pero dos segundos más tarde volvió a llamar el mismo número.

- Buenos días - Atendí pensando que era algo urgente

- Asi de rapida es mi novia - Se escuchó del otro lado del teléfono

- Disculpame pero me pareces que te has confundido

- ¿Que me he confundido? - Dijo sarcásticamente riéndose del otro lado - Ahora resulta que porque uno tenga una novia de piernas abiertas a todo hombre es estar confundido

- Mira, no se quien eres, pero deja de molestar a Azul

- ¿Donde te la has follado a esa puta? - Preguntó irónicamente mientras que tras escuchar aquellas palabras la rabia me iba subiendo por el pecho - ¿A gritado tu nombre mientras acababa contigo?

- Ya es suficiente. Te has pasado. No se que mierdas tienes en la cabeza para hablarle así de una mujer y sobre todo de una mujer como Azul

- Que miedo tengo - Dijo en un tono burlón

- ¿Por qué no lo solucionamos como hombres? Te espero en media hora en el bar de la quinta avenida. Espero que tengas los mismos huevos que tuviste para decir todo lo que dijiste por teléfono de una mujer como para ir y hablar cara a cara - Dije y colgué

No iba permitir que nadie hable así de Azul y menos que menos la amenace y la acose como lo había estado haciendo este tipo durante más de tres semanas. Me di cuenta de esto tras cortar la llamada y averiguar quién era este tal Mike que Blu jamas habia mencionada y lo unico que encontre fueron miles de llamadas perdidas y mensajes de texto amenazándole con que si no lo atendía le mostraría al mundo lo que ella no quería.

Así que finalmente tome rapido mis cosas y me dirigí hacia el lugar acordado. Al llegar escuche una voz que reconocía por haberla escuchado hace menos de una hora por telefono. Estaba sentado en la barra tomándose un cafe. Me acerque a él y lo tome del cuello de la camisa.

- Escucha Mike, mas vale que sea la última vez que amenazas y acosas a Azul o te juro que tendrás la vida más miserable que puedas existir - Dije en su oído

- Disfruta de tu putita mientras puedas

La rabia se iba abalanzando hacia mi.

- Agradece que tengo mucho autocontrol o sino ahora mismo estarías en el piso con toda la cara rota - Dije agarrando con más fuerza el cuello de su camisa - Ahora quiero que tomes tus cosas, te marches de esta ciudad pero sobretodo de la vida de Azul y si te atreves a mostrar aquello que Azul no quiere te aseguro que no vas poder ir a ninguna parte. Ahora lárgate

Tras decir aquello y soltarlo se marchó por la puerta. Era un tipo que claramente había estado en una relación con Azul. Era su tipo, un hombre de un metro ochenta con cabello rubio y ojos grises. Debo decir que pese a que era un verdadero gilipollas me dio un poco de envidia. Era el hombre perfecto. Pero sin más le ordene al mozo un café y luego de tomarlo fui hacia las oficinas ya que teníamos una reunión.

Al llegar, salude Rose y fui directo a la sala de reuniones. Pensé en escribirle a Blu ya que me fui de su piso y no le deje ninguna nota pero ya era la hora de la reunión y la vería. Ya había llegado la gente de la campaña y solo faltaba Azul hasta que sentí su perfume. Era increíble como tan solo con su aroma podía saber que estaba aquí. Efectivamente al darme la vuelta la vi entrar a la sala. Estaba bellísima. Tenía puesto unos pantalones de vestir que le calzaban perfectos al igual que su blusa y con una zapatos de taco hechos a su medida.

La reunión fluyó de lo más normal a pesar de que note la distancia que Blu mantenía. Al terminar nos despedimos de los socios y nos quedamos solos con Azul. Note como poco a poco se acercaba a mi hasta que finalmente se puso a mi altura y tuvimos una conversación o mejor dicho ella me provocaba mientras yo trataba de responderle pero no podía porque seguía provocándome haciendo que mi pulso se acelerase hasta que logró notarlo y se fue.

Estaba claro que quería vengarse pero eso no significa que me tenga que dejar asi. No tuve otra opción que ir a buscarla y decirle porque me había ido y además dejarle algunas cosas en claro. Fui hacia la sala de archivos donde Rose me dijo que estaba y cuando entre las cosas se descontrolaron. Era demasiada la tensión que tenía acumulada y en vez de explicarle a Azul las razones por las que esta mañana al amanecer yo no estaba allí en su piso, respondí a sus provocaciones diciéndole la verdad, diciéndole lo que opinaba. Y es que si joder, si pudiera recorrería cada centímetro de su cuerpo y no habría lugar donde nuestros cuerpos no hayan estado en contacto pero la realidad es que primero Azul tenía que solucionar sus problemas con Mike y luego podríamos hablar de esto que sucede.

Cuando la tensión era cada vez más grande en ese cuarto y cuando pensé que ya no soportaría ni un segundo más sin hacerla mía en contra de esa estantería tocaron la puerta. Bendita seas Rose. El ambiente cambió rotundamente y luego de un par de preguntas incómodas por parte de Rose a Azul, Blu se fue. Me despedí de ella pensando en que por la noche la pasaría buscar por su piso y la llevaría a cenar.

Durante las siguientes dos horas me dedique a reservar y preparar las cosas para la cena de hoy. Me fui a duchar a mi departamento y me cambié para ir a buscar a Blu a su piso. Cuando llegue el guardia me dijo que Azul no había vuelto desde esta mañana por lo que fui a agarrar mi teléfono para llamarla y cuando estaba por hacerlo justo recibí una llamada de Bea.

- Hola Bea

- Hola Marco

- Dime, ¿qué ha sucedido que me llamas?

- Oye, ya se que ustedes son adultos y que tienen sus vidas pero le puedes decir a mi hija que se tome un momento para hablar con su madre

- Me encantaria Bea pero no esta conmigo

- Oh, lo siento cielo, es que hemos acordado que me iba a llamar todos los días a este horario y hace dos dias no me ha llamado y hoy a la mañana ni siquiera me ha escrito

- Que extraño Bea, ahora intentaré llamarla yo y si tengo noticias te aviso

- Gracias cielo por cuidarla

- De nada Bea, es lo menos que puedo hacer

El hecho de que Blu no haya llamado a Bea ayer había sido mi culpa pero hoy es extraño. Así que decidí llamarla. Algo olía raro aquí.

- Blu, ¿donde estas? - Dije ni bien sentí que me atendieron

- ¿Blu? Eso si que es nefasto - No podía estar pasando esto

- Mike dime que estas haciendo con el teléfono de Azul - Dije poniéndome nervioso

- Dijiste que tome mis cosas y me marche de la ciudad. Pues bien, es lo que hice

- ¿Donde coño tienes a Azul, Mike?

- No lo se - Dijo jugueteando del otro lado - Azul, ¿quieres decirle algo a tu noviecito? - Escuche que le preguntaba a Azul del otro lado de la línea

Lo único que pude escuchar como respuesta fueron los gritos de llanto desconsolado de Azul.

- Pues bueno - Continuó - Creo que eso es todo. Que tengas buena vida porque yo aquí la pasare muy bien

- Hijo de puta - Grité desconsolado pero justo colgó

No dejaría que ese hijo de puta le hijo de puta le hiciera daño a Blu.

Entre tantos, tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora