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AZUL

Atendí la llamada al instante. Era raro que con la diferencia horaria Bren me estuviera llamando a esta hora por lo que sabía que no eran buenas noticias.

- Cariño, se que no son maneras de decírtelo - Escuche al llevarme el teléfono al oído - Pero Olivia acaba de morir

Tras escuchar aquello quede en shock y mis lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas. No me sentía bien, sentía que me iba a desvanecer.

- Blu ¿Què sucede? - Fue lo ultimo que escuche antes de caer sobre los brazos de Marco

MARCOS

Azul contesto el teléfono y al escuchar lo que Brenda le dijo empezó a llorar, a ponerse pálida hasta finalmente desmayarse. Por suerte la distancia que había entre nosotros era corta por lo que llegue a agarrarla. Del otro lado del teléfono se encontraba Brenda gritando tras escuchar caer el teléfono y suponiendo lo que había pasado. Para que se tranquilice agarre el teléfono de Azul y tranquilice a Bren quien a la vez me contó el motivo del desvanecimiento de Azul.

Desde que Azul era niña ha pasado por situaciones horribles y se lo mucho que sufre estas cosas. Lamentablemente cuando Blu tenía solo siete añitos perdió a su abuela materna quien era su mejor amiga, su compañera, su confidente pero que el cáncer se la llevo en 6 meses. Azul toda su vida se rectificó por aquel saludo que sin saberlo fue el último. Lo peor no terminó allí, sino, mejor dicho, comenzó allí. Aún recuerdo esa tarde en la que vino a casa llorando porque su madre tenía el mismo cáncer que se había llevado a su abuela. Fue un proceso largo en el cual ella siempre tenía una sonrisa con los demás pero llegaba el fin del dia y se desahogaba conmigo noches enteras.

Parecía que lo peor ya había pasado pero todavía recuerdo aquella noche donde Azul me conto que su madre había entrado en quirófano de urgencias y que ya habían pasado 3 horas y no había salido de allí. Cuando finalmente salió, los médicos les dijeron que había estado a punto de morir ya que tenía parte de sus órganos caídos hacia lugares donde no deberían estar. A todo esto además debíamos sumarle a la tía que tambien estaba con cáncer pero este ya no tenía esperanza.

Pasaron dos años y todo parecía mejorar pero dos meses antes del cumpleaños número catorce de Blu, a su padrino le detectaron cancer. Tristemente tres meses antes de que Blu cumpla 15 su padrino falleció.

Luego de todo aquello fue nuestra pelea y todavía me siento un gilipollas. Azul siempre fue y es una mujer fuerte pero es cierto que cosas como estas la superan. Quiero que pueda despedirse de Oli como no lo pudo hacer de su abuela y de su padrino, así que después de recostarla en el sofá y yo sentarme a su lado con su cabeza en mi pecho hice un par de llamadas para que así fuera.

Media hora después Azul volvió a despertarse y me encargue de consolarla un rato más.

- Blu - Dirigió su mirada hacia la mía - Quiero que agarres algunas cosas para este fin de semana - Dije terminando la frase

- ¿Para qué Marco?

- Vamos a despedir a Olivia, se que lo necesitas - Dije mientras le pasaba ese mechón travieso detrás de su oreja

- ¿Como has hecho para conseguir boletos y sobretodo para esta hora?

- Un par de contactos. Así que ve, agarra las cosas que necesites y nos marchamos al aeropuerto

- Vale. Gracias Marco - Dijo levantándose del sofá con tristeza

Al salir del piso de Azul entramos en mi coche y nos fuimos hasta el aeropuerto donde allí nos esperaban mi jet privado y el equipo de piloto y azafatas que nos iban a acompañar hasta Madrid. Cuando llegamos al aeropuerto y le dije a Azul donde iríamos no lo podía creer pero rápidamente se subió en el para llegar lo antes posible a Madrid.

Estábamos a punto de despegar cuando vi a Azul un poco más tensa de lo normal.

- Ey, ¿qué sucede?

- Nada. Es que no me siento bien. Siento que me estoy ahogando.

-Tranquila Blu

- No puedo - Dijo desesperada - Necesito salir

-Azul - Dije tomando su cara con ambas manos y girando su mirada hacia la mía - Mírame. Estamos los dos aquí. No va a suceder nada.

Tras decir aquello quedó un silencio incómodo pero que para nosotros era cómodo. Nuestras caras estaban a punto de tocarse. Podía sentir como la respiración de Azul se iba normalizando. Sabía que lo que acababa de sufrir Azul era un ataque de ansiedad pero realmente es la primera vez que veo que sufre uno. Hoy no era el día indicado para preguntárselo.

- ¿Ya te encuentras mejor?

- Si... - Dijo un poco insegura

- Sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras

- Marco

-¿Si?

- ¿Podrías quedarte sentado al lado mío durante todo el vuelo?

- Blu, no tienes ni que preguntarlo - Contesté sacando aquel mechón de pelo de la cara de nuevo - De hecho si quieres puedes recostarte sobre mi pecho si no te sientes cómoda

- Vale - Dijo no tan conforme

- Azul nos debemos una charla muy larga y lo sabes pero hoy no es el día

- De acuerdo. Pero yo no tengo nada de que hablar contigo almenos que sea de trabajo

- No me pondré a discutir ahora así que descansa que nos queda un vuelo largo y no quiero arruinar este momento

- Pues vale, pero no me pienso acostar en tu pecho - Dijo dándose vuelta y cruzando los brazos cabreada

Dos horas de vuelo han pasado y mientras yo trabajo en mi portatil siento como Azul cae rendida sobre mi así que decidi dejar de trabajar y hacerle caricias en aquel cabello negro que contrasta con sus ojos celestes que hasta cuando los tiene cerrado son bellos, y que desde el día uno me vuelven loco y ahora más que nunca. Aún sigo sin entender como una persona tan generosa y genuina puede pasar por todo lo que pasa. Pero aquella sería una pregunta que me haría toda la vida y nunca encontraría una respuesta así que decidí disfrutar de aquel momento.

Entre tantos, tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora