SCP-2295: El Oso con un corazón de retazos.

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En el Sabato.

Los retumbantes susurros de asombro en el Sabato se desencadenaron como el estallido de estrellas en el universo, mientras la anomalía inscrita anteriormente en el tejido mismo de la oscuridad era atrapada por las manos de esta, llevandola al misterio nuevamente, dejando momentaneamente su siniestra presencia ante los ojos atónitos durante unos segundos más.

¿Acaso era alguna creación de deidades olvidadas o unos fanaticos paganos, fruto de una conexión sacrílega entre la humanidad y lo sobrenatural?

El SCP-2128, cuya naturaleza inquietante suscitó vacilación en los corazones más dubitativos, parecía algo insufrible de contemplar, una mínima chispa de una verdad que revelaba ser una ínfima parte de un enigma aún mayor y más espeluznante.

Era un artefacto seguro, alejado de las garras débiles y traicioneras de la cotidianidad, pero su mera existencia provocaba una negación del entendimiento humano.

Un malestar colectivo acerca de si era ética y moralmente correcta el uso de esta.

¿Acaso la Fundación se mostraba cruel o piadosa al adoptar su línea de acción, en aras de su ética y la complejidad de sacrificar a aquellos sin perdón para alumbrar el camino hacia el abismo de las anomalías?

SCP-2128 parecía contemplar a los humanos como marionetas desechables desde aquellos ojos de ceniza y bronce, su mirada era abrasadora y letal, consciente de la razón y propósito de sus actos, aunque no fuera más que una manifestación de aquello que una vez le otorgó este oscuro privilegio.

Una mentira abría paso a otra y la verdad se convertía en la misma trama, todo en un incesante baile de engaño y revelación.

Con cada sacrificio emergían profundos cuestionamientos. Si las palabras proferían la verdad.

¿Acaso podrían arrojar luz sobre una ventaja, una acción que exigía frialdad más allá de la ilusión de una ética rígida?

SCP-2128 quizás se consideraba un sacrificio inhumano para discernir si era una inversión justificada, si cada gota de sangre vertida podría prevenir un mal mayor. Si un mal justificaba un bien mayor, entonces la decisión debía ser irreversible, razón por la que la Fundación no se detenía ante nimiedades.

Algo que muchos aplaudían y otros temían, el poder de la Fundación para actuar más allá de cualquier valor, ética y/o moral, admiraban ese deseo de aprender y aprender aunque también les daban escalofríos.

Era una tentación que ofrecía respuestas elusivas y, gracias a su conocimiento indeterminado, prometía revelaciones fascinantes, abriendo las puertas a la salvación o a la perdición.

¿Podía esto ser un As bajo la manga ante alguna anomalía letal y mortal o solo se ajustaria a los intereses de la aparente "conciencia" de la anomalia?

Mientras la comprensión se desvanecía, dejando a los seres del Sabato en la deriva de un vasto mar de incertidumbre y confusión, eran desgarrados por la inquietud y la indecisión, muchos temblaban como muñecos de ceniza.

En el fondo de sus almas, ansiaban hacer uso del SCP-2128, un artefacto cuyo poder era realmente arcano, dependiendo de su juicio.

Así, la Fundación proseguía con su labor, tomando decisiones desgarradoras y sacrificando cuanto fuera necesario para mantener a salvo a la humanidad de las anomalías que amenazaban su existencia.

Aunque el SCP-2128 ofrecía respuestas tentadoras, la Fundación sabía que su uso podía desencadenar consecuencias cataclísmicas.

Mientras tanto, SCP-2128 antes de desvanerse su imagen, yacía en su reclusión, observando en silencio a aquellos que ansiaban su conocimiento.

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