SCP-3199: Humanos Refutados.

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En el Sabato, dos hombres elevaban sus voces al vacío, lejos de la luz resplandeciente y funebre del Sol. En este rugido atroz, el miedo se hacía sentir en cada molécula del aire.

Los espectadores terrenales, y los demonios, seres belicosos atrincherados como meras plagas en las sombras del bajo mundo en su temor a la luz, no por su esencia, sino por lo que revela. Y en medio de múltiples cielos, aquello se revelo a sus ojos, descendió como una anomalía divina; fue como si el alma misma se convulsionara entre el pavor y el horror, sangrante por hilos que penetraban su seguridad.

En épocas antiguas, cuando la humanidad oraba al fuego y confería razón a sus pensamientos, surgió la comprensión de fuerzas que desafiaban todo concepto tangible y la imaginación misma. Deidades que superaban las leyendas; ahora humanos eran capaces de contenerlas; con una Fundación más trascendental y poderosa que cualquier entidad terrenal, más importante que cualquier Iglesia. Una Fundación que se sumía en la oscuridad para permitir a otros morar en la pulcra luz de la normalidad.

Sus alientos, entrecortados y casi agónicos; el palpitar agobiante de sus pechos, apunto de desquebrajarse; el corazón sometido a una presión abrumadora, cubierto de un alambre de púas. La catarsis golpeaba sin piedad las expresiones pálidas e incoloras de cada entidad, llevándolas a laberintos existenciales, ante la presencia divina que manchaba sus puños contraídos, sus rostros exhaustos por la impresión, exhaustos de llorar sin tregua, procurando inútilmente el milagro.

El poderío del SCP-2845, fue una esquirla sabida por muchos y admitida por pocos, inflamando el sentido más primordial de lo humano: sentirse como simples humanos ante bestias, seres, lugares u objetos capaces de desgarrar el instinto humano; susurrando las mayores mentiras disfrazadas de esperanza, mientras las verdades despojadas de su luz generan desesperanza y un desangrado a su alma.

¿Acaso un Dios debe reflejar la imagen de un humano?

¿Qué es realmente Dios, una fábula o una verdad dolorosa?

La presencia del SCP-2845 llevó a todos a enfrentar las afiladas cuchillas de la existencia del Dios Ciervo.

¿Cómo era posible concebir tal divinidad?

¿Cómo era siquiera factible semejante ejercicio supremo de poder, bajo esa faceta de indiferencia y curiosidad?

Un poder y una fuerza que desafiaban toda ley, razón y lógica terrenal y humana, incluso ante lo sobrenatural, superando el poder de las Brujas del Walpurgis.

¿Acaso existen más Dioses como el Ciervo o... quizás peores que el mismo Lucifer?

¿Cuál era su divino o terrible propósito en la tierra?

Estas preguntas se sumaron a una ya extensa y compleja baraja de cuestionamientos, inundando sus mentes y encadenando sus espíritus. Teorías científicas, visiones filosóficas y fervientes creencias, delicadas y frágiles como la superficie de un cristal, elevadas como las murallas ante el SCP, ahora se desmoronaban ante la presencia del Dios Ciervo.

Se preguntaron si todo aquello que sabían era verdad, era mentira, era una mescla de ambos o solo una media parte de cada cual, temieron a la Fundación, era difícil decidir si apoyaban a dicha organización... después de todo era la primera anomalía vista y supuso un golpe bajo para el orgullo humano y sobrenatural. Sus semblantes, dignos de una tragedia, desde la apatía hasta la locura, el llanto y la ira, todos parecían palpitar y sentirse más vivos que nunca.

Esta presencia divina les permitió vislumbrar la profundidad de su propia humanidad, el reflejo de las almas en su forma más cruda. A pesar del temor, atisbar algo tan magnánimo y trascendental generó en ellos un gran confusión.

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