SCP-5976: Punto de vista de una pesadilla.

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Música para acompañar el capítulo:

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Sus corduras descendian con pasos rápidos, con anomalías que no solo suponían un reto para su limitada visión y comprensión, lo hacían también con monstruos, demonios o dioses que ni siquiera sus sueños habrían intentado rozar en imaginarlos.

Tal como paso con el SCP-3034: La Estación de Conteo y su precio que una y otra vez se tenía que pagar, una voz, un segundo de agonía.

Les causo un nudo en la garganta comprender el vasto poderio y deseo de los humanos del mundo contrario por superarse en armas, en incluso confiar en lo anómalo...

La Estación de Conteo permanecía de pie y solitaria, con cada día un segundo menos y al siguiente, un segundo de nuevo... un contador que caería por su propio peso.

Con una respuesta muda por parte de algunas niñas del Walpurgis.

Y otras aun en proceso de completarse.

—I-Impresionante... —farfullo Lilia, sus oídos todavía inundados por el conteo de aquella desconocida chica rusa. Sus ojos amatistas iluminados por el destino de aquella anomalía.

—A la humanidad de este mundo se le safo un tornillo —indicando con un ademán de su mano sobre su cabeza, Lilitum ejemplificó su ironía por el hombre.

—¿Uno? Ja, dirás toda la caja —esbozando una sonrisa nacida de sus nervios, Lilim se mostraba intranquila.

—"Todo esta bien"... creo que mentirles a esos niños los hará menos incapaces de saltarse el conteo... ojala no sean capaces de entender en la situación en la QUE NO QUISIERON ESTAR —tomando fuerzas, Curie elevo el tono de su voz, subrayando las consecuencias de tratos con fuerzas desconocidas por miedos de cobardes, mientras dejaba reposar sus manos en su vientre—, los rusos... se pusieron innovadores esta vez por tratar de pisarle la cola a los americanos... haciendo tratos con demonios.

—Una posición nada deseosa, no cuando sabes lo que hay detras... no todos los tratos dan cláusulas ante desastres así, duh —comento Kiskill humedeciendo sus labios, mientras sacudía su vestimenta y alzaba su barbilla—, pero supongo que es lo normal.

—Incluida una Estación de Conteo en mi tierra, Rusia... —mascullo Catalina, frunciendo el ceño, la escasa imagen residual del SCP-3034 le provocó más dolores de cabeza que de alivio al saber que termino la visualización—, me intuía que esa Estación tenia sus trapos sucios. ¿Pero llegar al extremo de usar a niños? Seremos belicistas pero existen principios.

—Qué tú, Catalina, le llames principios... eso es demasiado de oír, je —volteandose en dirección de la Zarina Rusa, un sonido de comida siendo masticada y tragada hincho la vena de muchas y chasqueo la lengua de Catalina por el poco respeto de Antonieta—, vamos dos a dos pero no creas que no entiendo lo que sufres, por igualar a esos americanos tu gente pone el trasero de otros al fuego antes que sus mismas manos, ahora tienen que lidiar con eso constantemente, es una anomalía que nunca dejará de contar... ante eso dime... ¿Les dirías que "Todo esta bien?

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