Ella es una existencia que prometió estar junto al Avatar hasta el fin de los tiempos.
- Mi nombre es Noa - dijo la joven de rodillas haciendo una reverencia.
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Narrador omnisciente
Ambas estaban caminando en contra, practicando el encuentro, la nomada aire se encontraba en calma viendo lo absurdo pero buen plan para infiltrarse. Katara tenía el ceño fruncido, ¿Porqué primero estaba en contra y luego la apoyaba? Quizá era porque ambas eran chicas y por eso chocaban.
- no lo entiendo - susurro Katara viendo a la nómada Aire.
- Ahí vienen - aviso Sokka a un lado de Katara. Los guardias se acercaban y así comenzó el plan.
Ambas pasaron y chocaron sus hombros.
- ¡Oye! - exclamó Noa - ¿Qué te sucede? ¿No ves? ¡Hasta un ciego podría ver que alguien viene! - dijo como si la desafiará. Katara, que ya estaba enojada con la nómada aire se aprovechó.
- ¿Así? ¡¿Y tú qué problema tienes?! ¡Desde ayer todo lo que digo le das la contra!
- ¡¿Le doy la contra?! ¡Tu eres la que no piensa! ¡Una única persona que apenas sabe lo básico de tierra control solo moriría al enfrentarse a los maestros fuego! - exclamó Noa al ver por dónde iba la conversación, estaba dejando que Katara se descargará. Justo los soldados se habían acercado lo suficiente como para presenciar la riña.
- ¡¿Y eso tu como lo sabes?! ¡Parece que crees saber todo! - dijo sarcástica. Noa la empujó para darse espacio, suficiente para traer dos rocas y ponerse ambas en posición de ataque.
- ¡Porque yo lo viví! ¡Y los ví morir! - las palabras quedaron como una espina en la mente de Katara, Sokka y Aang.
- ¡El lémur es un maestro tierra! - grito un soldado quitando la seriedad del momento.
Después de esa confusión, se las llevaron a ambas. Los chicos tenían su bolso pero Noa llevaba siempre consigo una daga, pero los guardias se llevaron su tocado porque parecía valioso.
- ¿Katara? - pregunto el chico levantándose de dónde estaba sentado.
- ¡Haru!
- ¿Que haces aquí?
- Te capturaron por mi culpa. Venimos a rescatarte - explicó.
- ¿Venimos?
- Si, Noa y yo nos infiltramos - explicó, Noa se acercó después de observar todo a su alrededor.
- Oh, tú.
- Si, yo - afirmó la de ojos grises, el chico no parecía conocer su nombre.
- ¿Se hicieron arrestar? ¿Cómo?
- Era la única forma de encontrarte - explicó Katara.
- Hicimos tierra control - respondió Noa con una pequeña sonrisa de soberbia, "Me encanta molestar".
