Ella es una existencia que prometió estar junto al Avatar hasta el fin de los tiempos.
- Mi nombre es Noa - dijo la joven de rodillas haciendo una reverencia.
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La de ojos grises no tuvo problema con lo que pasó después, gracias al plan de Katara, los maestros tierra se liberaron y fueron en camino a recuperar sus aldeas.
- Sabes que eres fastidiosa, ¿No? - pregunto Haru a la joven de ojos grises que miraba a Aang - pero tenías razón, no podría haberlo hecho solo.
- Lo se - contesto con sorna, paso su mano por su cabello para amarrarlo mejor dándose cuenta de que algo le faltaba - Oh.
- Ah, se le perdió su corona a la reina - dijo con burla, Haru.
- Aunque pierda mi corona seguiré siendo la reina - afirmó para cortarle el chiste - aparte acabas de aceptar que tengo mayor rango - reiteró mostrando su lengua con burla. Noa miró el atardecer y en su mente solo podía compararlo con los ojos de cierto joven. "Tiene ojos del color del sol".
Sin duda ese objeto perdido fue algo que la conectaría con el principe de la Nación del fuego. El joven de ojos color sol miraba con enojo el horizonte y en su mano se encontraba aquel tocado que le había permitido a la que había considerado su única amiga en ese viajé.
Las aventuras no pararon para el equipo Avatar, liberando aldeanos y a Sokka de un espíritu del bosque y en ese instante Aang y Noa trataban de dirigirse solos hacia el templo de Roku.
- Aang, Appa no quiere irse sin los chicos - Noa acariciaba el hocico del bisonte.
- Lo siento, pero Katara y Sokka no vendrán a la Nación del fuego con nosotros - explicó Aang - Ni siquiera deberías venir, si les pasa algo, no me lo perdonaría - dijo hacia Noa.
- Tu sabes que yo me hubiera metido por mi misma, se dónde estás Aang - le explicó con suavidad - trataré de ayudarte, pero no creo que esté sea el método.
- No te vayas, Aang. El mundo no puede darse el lujo de perderte en ese lugar, y yo tampoco - dijo Katara apareciendo de la nada juntos a Sokka y unos aldeanos.
- Pero debo hablar con el avatar Roku para saber que significa mi visión. Necesito llegar al templo del fuego antes de que ocurra el solsticio ¡Eso es hoy! - exclamó Aang subiendo a Appa.
- No te dejaremos ir a la nación del fuego, Aang - dijo Katara.
- Al menos no sin tus amigos, te ayudaremos - Sokka lo miro, cruzándose de brazos.
Noa sonrió y tomo el hombro de Aang - ¿Ves? Ellos quieren venir.
Después de eso Appa voló para tomar caminó, sin saber que Zuko les estaba siguiendo el paso. Al menos hasta el altercado antes de llegar a la isla donde los atacaron.
