Ella es una existencia que prometió estar junto al Avatar hasta el fin de los tiempos.
- Mi nombre es Noa - dijo la joven de rodillas haciendo una reverencia.
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Narrador omnisciente
El joven avatar sabía la respuesta a la última prueba del anciano, si bien la preocupación del de ojos grises por sus amigos era bastante, su preocupación por la nómada Aire también era notoria. Desde el último desafío no la había visto, y ella era la que se encontraba dormida en aquella cama que casi estaba cubierta de aquel cristal de color azul.
- Encontré la respuesta de la misma forma en que resolví los desafíos - dijo Aang ante el rey - como dijiste hace mucho tiempo, tuve que abrir mi mente a las posibilidades.
El rey solo se rió de esa forma tan característica.
- Bumi, eres un genio loco - dijo con una sonrisa para correr a abrazarlo.
- Oh, Aang, que bueno verte. Realmente no has cambiado casi nada - dijo Bumi con una sonrisa. Noa quien se encontraba vestida de sus distintivos colores amarillo y naranja estaba justo detrás del trono del anciano siendo cubierta en su totalidad. Podía sentir la presencia de Sokka y Katara acercarse a los amigos.
- Oigan, por aquí - aviso Katara, casi cubierta del cristal.
- ¿Nos pueden ayudar? - pregunto Sokka, el rey solo hizo un movimiento de manos para deshacer el cristal.
- La jenamita está hecha de dulce roca - expreso Bumi comiendo un trozo, Aang rió - es deliciosa.
- No puedo creer que este rey loco es tu viejo amigo Bumi.
- ¿A quien le dices viejo? - pregunto Bumi, Noa sonrió al imaginar la cara del anciano - está bien, soy viejo.
- ¿Porqué hiciste todo esto en vez de decirle a Aang quien eras tú? - pregunto Sokka con obviedad.
- Primero, porque es divertido hacer bromas. Pero si tuve razón - dijo volteando al niño - Aang, tienes una difícil tarea por delante, el mundo ha cambiado en los 100 años de tu ausencia. Ese es el deber del Avatar, recuperar el equilibrio del mundo derrotando a Ozai, el señor del fuego. Debes dominar los 4 elementos y saber enfrentarlo. Y cuando lo hagas espero que sigas pensando como un genio loco - dijo de esa forma sabía que Noa conocía perfectamente. La joven suspiro, en realidad tenía miedo, no quería alejarse de su amigo.
>> Y veo que estás en buenas manos, porque necesitarás a tus amigos para derrotar a la nación del fuego - dijo viendo cómo el lemur se subía en el hombro de Aang - y a Momo también.
- Gracias por tu sabiduría. Pero antes de irnos quisiera llevarme a Noa con nosotros - dijo Aang, el corazón de la joven latió fuerte al escuchar aquello, no esperaba que el niño la quisiera a su lado después de lo que le dijo.
