Ella es una existencia que prometió estar junto al Avatar hasta el fin de los tiempos.
- Mi nombre es Noa - dijo la joven de rodillas haciendo una reverencia.
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Narrador omnisciente
Habían desembarcado para arreglar el bote, Noa bajaba junto al príncipe y el general Iroh mientras ellos platicaban sobre el ataque del avatar.
En su cabeza se encontraba aquel tocado dorado, ninguna de las mujeres le dijo algo. "Mientras no me llamen la atención, no me importa" pensaban ignorandola. Fue grande la sorpresa al ver que cuando se presentaba con el joven principe y su tío, ninguno la regaño, no hubo explosión o pelea entre los jóvenes y el tío no dijo nada para bajar alguna tensión.
Era extraño, eso les hacía notar que tenían cierta permisividad a la chica en comparación con otros. De todos modos la joven ya había pensado "Si me dicen que me lo quite, puedo hacerlo", pero no hubo nada de eso.
- Quiero que se reparé lo antes posible, no podemos tardar y correr el riesgo de perderlo - dijo Zuko mientras los tres bajaban del barco. Si antes Noa pensaba que era grande, ahora viendo los otros solo podía ver lo pequeño y algo deteriorado que estaba.
- ¿Te refieres al avatar? - pregunto Iroh.
- No menciones su nombre en estos muelles, si alguien se entera que está vivo todos los maestros Fuego saldrán en su búsqueda y no quiero que nadie se interponga - exclamó el principe hacia el anciano.
- Tiene razón - confirmo en un susurro Noa, "Eso puede obstruir nuestro encuentro". Ambos voltearon a verla, pero alguien más llamo la atención.
- ¿Se interponga ante qué, principe Zuko? - pregunto un hombre que, como a todos, Noa no conocía pero que causaba cierto molestia al joven principe.
- Capitán Zhao - dijo Zuko al tenerlo cerca.
- Soy comandante ahora - contestó, "Que forma más rara de tratar a un principe" pensó con desagradó, no es como si lo conociera de mucho pero sabía que así no trataban a la realeza en la Nación del fuego - General Iroh, gran héroe de nuestra nación - la chica abrió los ojos sorprendida pero trato de volver a su expresión normal. Le preguntaría después.
- General retirado - contesto con gracia.
- Ustedes dos saben que siempre serán bienvenidos caballeros, ¿Qué les trae por este lugar? - pregunto Zhao.
- Nuestro barco está siendo reparado.
- Pero está sumamente dañado.
- Si, no podrá creer lo que pasó - comenzó Zuko - tío, dile al comandante Zhao - dijo señalandolo, Iroh lo miro sorprendido y su expresión le dió gracia a la chica.
- Oh sí, fue espantoso. Chocamos o algo así - mencionó mirando al principe.
- Si, con un barco del reino Tierra - contesto de forma rápida.
- ¿Enserio? - pregunto ahora mirando a la joven. Ella lo miro con seriedad para transmitir que no respondería nada - los invito a tomarse algo para que me cuenten en detalle, todo lo que pasó - se acercó tratando de intimidar al príncipe.
- lo siento, debemos irnos - dijo haciendo una señal a su tío y a la chica. La joven camino hacia el pero ambos fueron tomados del hombro por Iroh.
- Principe Zuko, demuestra tu respeto al comandante Zhao - dicho eso, miro al hombre - será un honor acompañarlo. ¿Tiene té de ginseng? Es mi favorito - y así avanzo. El joven principe hizo una ligera rabieta sacando su frustración con su fuego control sin avisar.
- Ouch - murmuró Noa que estaba justo detrás de él, se sobó la mano donde ahora estaba una quemadura ligera. En cuanto escucho aquello el principe volteó viendo cómo la chica retrocedía un paso y escondía su mano de forma rápida.
- Oh.
- Deberíamos avanzar, tienen té de ginseng - explicó rápido para evitar una charla sobre lo ocurrido. Dicho eso oculto su mano y espero a que el principe avanzará.
Ninguno diría nada, ella no diría que la quemó y el no se disculparía. Ella había trazado un límite y eso le dejaba un mal sabor de boca al joven principe.
Noa se encontraba parada justo al lado de Zuko, mientras escuchaban los planes de Zhao.
- Son tonterías - susurro Noa hacia Zuko, tratando de bajar la tensión. "¿Realmente creen que el reino tierra simplemente se rendirá?" Se pregunto Noa recordando a su amigo que dejó atrás. El principe Zuko solo sonrió levemente y volvió a su seriedad. Era agradable saber que su punto de vista no estaba equivocado.
- si mi padre piensa que el resto del mundo lo seguirá de buena gana, entonces es un necio - opinó el principe.
- Dos años en el mar, y aún no te modernas - dijo Zhao, la joven guía frunció el ceño - y bien, ¿Cómo va tu búsqueda del Avatar? - Iroh tiro unas lanzas quedé encontraban justo a un lado.
- Ouh, lo lamento mucho - dijo el anciano tratando de desviar la atención - eso fue mi culpa.
- aún no lo hemos encontrado - respondió Zuko viendo hacia Zhao.
- levantalos - le ordenó Zhao a Noa - ¿Realmente esperas hacerlo? El avatar murió 100 años atrás junto a los maestros Aire - la joven de ojos grises no se inmutó, y tampoco le hizo caso a su orden - a menos que tengas alguna evidencia de que el avatar está vivo.
- No, ninguna - respondió.
- principe Zuko, el avatar es el único que puede impedir que la Nación del fuego gane la guerra, si te queda una pizca de lealtad deberías decirme todo lo que sabes.
- No he encontrado absolutamente nada. Tal como dijo lo más seguro es que el avatar haya muerto hace años. Vamos tío, salgamos - ordenó y le hizo una seña a Noa para que lo siguiera. Pero fueron parados por dos guardias.
- Comandante Zhao, interrogamos a la tripulación como ordenó. Confirmaron que el principe Zuko tuvo en prisión al avatar pero lo dejo escapar - dijo uno de los guardias. Noa saco una daga de forma disimulada, "los muertos no hablan" pensó pero fue parada por la mano de Iroh.
- Tch - chisto guardando de la misma forma la daga.
- ahora recuérdame - dijo Zhao - como se averió el barco - antes de que se acercará más, Noa se interpuso. "Debo hacer bien mi papel de guardia" pensó mirando a Zhao.
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