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𝑳𝒂𝒅𝒚 𝑺𝒕𝒂𝒓𝒌 ━━━━━
Para los Siete Reinos, había dos dragones cuyos nombres solo bastaban para erizar los cabellos: Vhagar y Viserion.
El último dragón pertenecía al príncipe heredero, Jahaerys. Ambos adolescentes imponían un gran temor donde quiera que fueran. Se decía que el dragón negro de ojos dorados crecería hasta alcanzar o incluso superar a Vhagar, y su tamaño bestial ya superaba al de cualquier otro dragón de su edad.
Jinete y dragón, ambos infundían un miedo profundo. En tan solo diecisiete días juntos, habían perpetrado hazañas atroces. La conexión entre ambos era única; Viserion era leal a su jinete de manera casi obsesiva, al igual que Jahaerys, quien no podía imaginar su vida sin su amado Viserion.
── ¡Erys! ── gritó Rhaenyra al ver a su hermano en la sala del trono.
── Mi pequeña Nyra, cada día más hermosa ── el príncipe elogió a su joven hermana.
── ¿Cómo te fue en Dorne? ── preguntó ella. La princesa tenía un profundo interés por todo lo relacionado con la guerra y las luchas; anhelaba convertirse en una gran guerrera al igual que su hermano y su tío.
── Caminemos, hermana, te contaré todo ── el príncipe rodeó el brazo de su hermana con el suyo y se encaminaron fuera de la sala del trono.
── ¿Cómo está Viserion? ── preguntó Rhaenyra, demostrando su amor por el dragón de su hermano.
── Viserion está bien, un poco cansado, pero seguramente se está dando un gran festín ── respondió él, con una sonrisa dirigida a su joven hermana.
(...)
Los dos príncipes surcaban los cielos del reino, Viserion, ahora con veintiún días desde que recibió su nombre, alcanzaba un tamaño impresionante. Aquellos que auguraban que superaría a Vhagar parecían tener razón, pues el joven dragón comenzaba a rivalizar con el antiguo guerrero que había sido parte de la conquista.
