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── Every action hasconsequences

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consequences



La pequeña Aemma descansaba plácidamente con Merexes sobre sus piernas. Desde que era un bebé, la loba no se había separado de ella, y ambas soltaban ligeros ronquidos mientras un fino hilo de baba se deslizaba de sus bocas. De pronto, Merexes despertó de golpe, y con un gruñido protector se acercó a su joven dueña, inspeccionando el entorno con ojos atentos.

── ¡Aemma! ── Los gruñidos de la loba cesaron al escuchar la voz de Jace. Emocionada, Merexes bajó de la cama y corrió hacia él. Saltó sobre la niña y comenzó a lamerle el rostro, intentando despertarla para darle la noticia de que su primo había llegado.

── Basta, Merexes, tu boca ── apesta dijo Aemma mientras apartaba el rostro de la loba, aunque esta se resistía y seguía intentando despertarla.

── Han robado a Vhagar ── susurró Jace al oído de Aemma. Ella abrió los ojos de inmediato y miró alarmada a sus primos.

── ¿Cómo pudieron entrar? ── preguntó confundida.

── No hay tiempo ── murmuró Rhaena, tomándola de la mano. Las tres niñas se dirigieron al lugar donde creían que el ladrón de Vhagar se encontraría, mientras Merexes las seguía emocionada, deseosa de un nuevo paseo. Aemma, sin embargo, maldijo en silencio la hiperactividad de su mascota; con seguridad, no dormiría aquella noche.

── ¿Eres tú? ── exclamó Aemma al reconocer la figura frente a ellas.

── Soy yo ── respondió Aemond, con una sonrisa de burla.

── Vhagar era la dragona de mi madre ── protestó una de las gemelas.

── Tu madre está muerta ── replicó Aemond. Aemma lo miró con furia; sabía que a Baelon no le agradaría nada oír aquellas palabras ── Vhagar tiene un nuevo jinete ── añadió, mirando con orgullo al grupo.

──Yo debía reclamarla ── dijo Rhaena, acercándose peligrosamente a su primo.

── Entonces, debiste hacerlo ── Aemond, sin perder su expresión desafiante ── tus primos te encontrarán un cerdo para volar. Seguro te queda perfecto ── Ambas lobas rodaron los ojos.

JahaerysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora