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── You are the bastard

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── You are the bastard


La noticia de la muerte de Laena Velaryon voló rápidamente en Desembarco del Rey. La Fortaleza Roja se sumió en un profundo luto; el único realmente afectado por la pérdida era Jahaerys, quien había compartido varios momentos con Laena. Eran buenos amigos, y aunque hacía mucho que no la veía, sentía un gran cariño por ella.

Pronto, la familia real emprendió su viaje hacia Marcaderiva. Jahaerys volaba por los cielos, ansioso por llegar de una vez y ver a la princesa Rhaenys y a Ser Laenor, imaginando que ambos estarían destrozados por la pérdida. No podía concebir el dolor de perder a una hermana, mucho menos a un hijo. Su familia viajaba en barco, pues Ezra estaba nuevamente encinta; su quinto hijo ya tenía unas siete lunas en su vientre, que lucía grande y prominente. Los maestres sospechaban que podría estar gestando más de un niño.

Al llegar, Jahaerys buscó rápidamente a Ser Laenor, quien, tal como había supuesto, estaba completamente abatido. El moreno lloraba en los hombros del amigo de su hermana, necesitando ese desahogo, incapaz de mantener siempre una máscara de alegría. Por dentro, sentía que todo estaba roto: su hermana ya no estaba, y sus hijos, aunque amados, eran vistos como bastardos. Eso no le desagradaba, pero lo hacía sentirse un tanto fracasado. Su deber era tener hijos con Rhaenyra, pero no lograba hacerlo; aun siendo considerada la "delicia del reino", ella no causaba ningún efecto en él.

Cuando llegó el barco con la familia real, comenzó la ceremonia de despedida para Laena. Lo que alguna vez fue el cuerpo de una hermosa mujer no era ahora más que cenizas, tras haber sido consumido por el fuego de Vhagar, su dragona. Los Velaryon provenían del mar, y sería el mar quien los acogería por la eternidad.

Vaemond inició un discurso en honor a Lady Laena, y todos lo escuchaban con tristeza. Laena había sido profundamente amada por su familia: una mujer encantadora, de gran personalidad y sabiduría. Pero pronto, el discurso de Vaemond se tornó en un ataque indirecto hacia Rhaenyra y sus hijos. Habló de la pureza de la sangre Velaryon y Targaryen, insinuando que los hijos de Rhaenyra llevaban sangre del dragón, pero no la sangre Velaryon.

Daemon rió, y Jahaerys se volvió para mirarlo. A diferencia de Rhaenyra, él nunca había sido realmente cercano a su tío. Eran contadas las veces en que mantenían una conversación fluida; Daemon siempre había creído que Jahaerys le había arrebatado el trono, aunque estaba claro que el asiento de hierro nunca le perteneció. Finalmente, el cadáver de Laena fue arrojado al mar, y la mujer que una vez fue la más hermosa de Westeros se convirtió en parte del océano, para ser consumida por el agua eternamente.

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⏰ Última actualización: 15 hours ago ⏰

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