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── The curse of alicent

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── The curse of alicent





Para Jahaerys no había cosa más tierna en los siete reinos que ver a Ezra embarazada, amaba ver a la Stark con su pequeño vientre paseado por la fortaleza roja. Sus pasos siempre eran suaves y cuidadosos, temiendo pisar la tela de su vestido y caer lastimando su vientre. Al heredero no le había bastado tener tres hijos con la loba, el había vuelto a dejar su semilla en el interior de la mujer.

Ezra cargaba un vientre de cuatro lunas, una pequeña bola que no se dejaba ver, muy pequeño para las lunas que tenía, los maestres decían que posiblemente se tratase de una niña nuevamente, aun que Ezra creía fielmente que tendría un niño, Jahaerys le creía ciegamente a su mujer, pues sabía que la intrusión de la Stark nunca fallaba.

La pareja se encontraba caminando por el jardín a petición de la embarazada, ya que sentía asfixiada en las cuatro paredes de su habitación. Las sirvientas y maestres insistían en tratarla como si de un plato de porcelana se tratase, la trataban de débil, odiaba eso, ella era una loba, tener una vida en su interior no la hacia débil. A su lado estaba Lady, quien siempre seguía a su humana cuando se encontraba en cinta.

── Juro que si paso un día más con esas sirvientas me tirare de la ventana ── advirtió la embarazada, Jahaerys río, sabiendo que su esposa era incapaz de hacer tal cosa, amaba demasiado a sus hijos como para dejarlos solo en este mundo.

── Tendré que hacer que te dejen sola así no correre el riesgo de que te tires ── bromeó, Ezra río.

Esos momentos siempre estarían en la memoria de Jahaerys, el como Ezra se reía de las cosas sin sentidos que decia, Lady a su lado jugando con las avispas. Amaba a Ezra, nunca creyó que desarrollaría algún sentimiento por la loba del Norte, pero la muchachita tenía su encanto, no sólo había ganado el corazón de Jahaerys, si no que también el de toda la familia real, Rhaenyra amaba a Ezra con locura, ambas eran mejores amigas, acompañandose siempre en sus malos momentos, Viserys también sentía un cariño por la loba, pues eran varias las veces en que esta había ido a visitarlo, ambos haciendo la escultura de Viserys en silencio o también Ezra escuchando al rey hablar sobre Valyria, dragones, las historias, etc, momentos donde el anciano se sentía escuchado. Aun que sin duda el que más amaba a la pelirroja, aparte de Jahaerys, era Viserion, el dragón tenía un amor por la Stark, y eso que la mujer nunca monto a la furia nocturna.

JahaerysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora