𝐉𝐚𝐡𝐚𝐞𝐫𝐲𝐬 ∣ ʸᵒᵘ ᵃʳᵉ ᵃ ᵈʳᵃᵍᵒⁿ, ᵇᵉ ᵃ ᵈʳᵃᵍᵒⁿ
Jahaerys Targaryen, el hermoso príncipe que heredaría los siete reinos, el hermoso príncipe jinete del dragón más grande que existe. Jahaerys, el príncipe que nació para gobernar y tomaría lo que le p...
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── You are an idiot
Aemond no había podido pensar en otra cosa desde que llegaron a King's Landing. Sabía que había hecho algo imperdonable, pero no podía soportar la idea de que Baelon lo odiara. Así que, después de unas horas de incertidumbre, decidió buscarlo. Lo encontró en la biblioteca, donde Baelon solía refugiarse cuando necesitaba estar solo. Estaba sentado en un viejo sofá de cuero, su figura iluminada por la luz tenue de las velas que se encontraban dispersas por la sala. Aemond se quedó un momento en la entrada, simplemente observándolo, su corazón latiendo con fuerza al notar cómo los rasgos de Baelon parecían casi angelicales bajo esa luz.
Baelon no lo había notado aún, tan concentrado estaba en su lectura, y eso le dio a Aemond tiempo para contemplarlo. ¿Siempre había sido así de hermoso? Sus mejillas se sonrojaron al pensar en ello, en lo mucho que significaba Baelon para él y cómo no había logrado darse cuenta hasta ahora de lo profundo de ese afecto. Aemond respiró hondo, armándose de valor, y caminó hacia él.
Cuando estuvo frente a Baelon, se aclaró la garganta, pero aún se sentía inseguro.
── Baelon ── murmuró con una voz baja y temblorosa.
Baelon levantó la vista del libro, sus ojos serenos pero expectantes. No dijo nada, solo lo miró, esperando a que Aemond continuara.
── Lo siento ── dijo Aemond, sintiendo cómo su pecho se apretaba con la culpa ── lo siento tanto.
Baelon parpadeó, su expresión inmutable.
── ¿Disculpa? ── preguntó en un tono neutro, sin mostrar aún si estaba dispuesto a perdonarlo o no.
Aemond se sintió como si estuviera a punto de romperse. Llevaba días acumulando el arrepentimiento y no podía seguir reteniéndolo más.
── Lo siento por lo que le hice a tu hermana ── continuó, sin poder controlar la emoción en su voz ── no quería lastimarla, te lo juro. Mi enojo... Mi enojo se apoderó de mí y... reaccioné de una forma horrible. Pero Baelon, por favor... ── sus palabras empezaron a romperse, y sus ojos se llenaron de lágrimas ── no quiero perderte. Eres todo lo que tengo. Eres el único que me entiende, el único al que realmente le importo.