05 de febrero de 2021
Habían pasado 15 días desde que salimos de Seúl, estábamos en Andong, llegamos a las 2:00 de la tarde, nos dieron la oportunidad de caminar y recorrer el camino junto al rio Nakdong, la vista era hermosa, podías respirar paz, ese lugar podía sanar a cualquiera, me sentía liberado, un poco menos cargado de todas las cosas que sentía, podía sentirme más a gusto y hasta menos confundido con mis pensamientos.
Nos pidieron estar a las 4:00 en el alojamiento, que era una casa antigua muy grande y hermosa, llegamos y tenían preparada una comida especial. Al entrar lo vi sentado a la mesa, no tenía ni idea en qué momento Jungkook había llegado, traté de respirar profundo y simplemente seguir como si él no estuviera ahí. Comimos y reímos, contábamos experiencias y hablábamos sobre algunas letras escritas por cada uno de los chicos, acordábamos incluir algunos instrumentos o sonidos propios de las zonas, estábamos emocionados.
A las 7:00 de la noche decidí salir un momento a sentarme en un pequeño muelle que había en el lugar, necesitaba pensar, cerré los ojos y me acosté en el muelle de madera, se respiraba tanta tranquilidad que me conmovía.
- Hola Tae... - su voz me sacó del hilo de pensamientos, abrí los ojos y lo vi a mi lado. No entendía por qué me buscaba. Él en diversas ocasiones me dijo que no lo viera, que hiciera como si no existía, que no me amaba, que no éramos nada... no entendía por qué entonces no simplemente se iba y me ignoraba.
- Hola Sr. Jeon – dije incorporándome. Me acomodé a la orilla del puente
- No tienes que ser tan drástico
- Usted es mi jefe y yo debo tratarlo como tal
- Basta Tae, no sé por qué te has vuelto tan inmaduro y rencoroso.
- ¿Inmaduro? ¿Qué debo hacer entonces jefe? Usted me pide que no lo mire, entonces no lo miro, me pide que lo deje en paz y yo lo dejo en paz, me dice que usted y yo no somos nada y yo lo entiendo, si no somos nada más que jefe y empleado, si no quiere que lo mire y me pide que lo deje en paz ¿Qué hace aquí hablándome?
- Te extraño Tae... - eso hizo tambalear a mi corazón, pero esta vez no caería en su juego
- ¿Y cuánto tiempo le va a durar? ¿Una noche? ¿Lo que dura el viaje? ¿mientras su novia no está?
- ¿Por qué la nombras siempre?
- Porque es su novia y debería respetarla
- ¿Le he faltado el respeto? ¿En qué momento?
- En el momento en que llegó a mi departamento y tuvo sexo conmigo
- No tuve sexo contigo Tae
- Ohhh bueno entonces quizá lo imaginé, perdone entonces Jefe
- No, no lo imaginaste, pero es que yo no te cogí ese día, no tuve sexo contigo... yo... yo te hice el amor – su voz salió como un hilo, casi inaudible. Debía soportar, no debía caer en sus palabras, no otra vez.
- Qué extraño, que yo sepa uno le hace el amor a la persona que ama, con cualquier otra persona es sexo casual, nada más relevante que quitarse las ganas. Así que como conmigo se quitó la ganas nada más, supongo que soy el del sexo casual y su linda novia es con la que hace el amor. Por favor no se confunda.
- Ella y yo realmente habíamos terminado ese día – miraba sus manos, moviéndolas en señal de nerviosismo o quizá solamente tratando de ocultar sus ojos de mí, porque descubriría rápidamente su mentira.
- ¿Entonces? Me usaste para desahogarte y luego volver con ella... no te parece que eres detestable
- ¿Crees que soy detestable? – levantó su mirada y pude ver tristeza en ella, melancolía, pero no podía hacerle caso a mi corazón, realmente era una mentira todo eso, estrategias para conseguir lo que quiere, pero no pienso caer.
- Si, creo que lo eres. Deberías tener el valor de respetarla y no buscar a alguien más simplemente para desquitarte de lo que sea que suceda entre ustedes – bajó su mirada y pude ver una lágrima caer sobre su mano y me di cuenta que si seguía ahí no podría soportar las ganas de abrazarlo. Quizás estaba teniendo problemas con ella, la amaba y se sentía mal, obviamente no era por mí, solo me buscaba como aquella persona que te quita el malestar y yo, no sería su juguete nunca más.
- Entiendo... - nos quedamos callados, después de unos minutos volvió a hablar – yo creo que tú eres la persona más talentosa que he conocido en la vida y el más hermoso también.
- Te agradezco, me esfuerzo en hacer bien mi trabajo – decidí obviar su segundo comentario.
- ¿Cómo está tu padre?
- Está bien, gracias por preguntar. Cansado del trabajo y con algunos dolores propios de su edad, pero sigue siendo la misma persona sabia de siempre, amoroso y humilde ¿y tus padres, están bien?
- Sí, mamá me pregunta por ti a menudo, papá también lo hace. Les digo que sigues siendo tan bueno como siempre, tan trabajador y gentil como siempre. Es más, mamá me dijo un día de estos que si seguías tan guapo como antes... le respondí que no, porque ahora eres aún más bello que antes – no soporté más.
- Me alegro que estén bien – me levanté de aquel lugar – bueno, es tarde, iré a descansar, permiso – comencé a caminar, hasta que su mano me detuvo.
- Espera por favor, he venido hasta acá, solo con la intensión de estar cerca de ti – me abrazó por la espalda y metió su cabeza en mi cuello – por favor no me rechaces Taehyung, por favor no ahora... - sentí su respiración cálida sobre mi piel y me volví loco, su cuerpo estaba tan pegado al mío que me hacía delirar, pero no, no podía hacerme eso a mí.
- Lo siento Jungkook, tú tienes novia y tú y yo no somos nada – me solté de su agarre y con todo el dolor de mi alma, caminé hasta mi habitación dejándolo solo en aquel lugar.
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Diario de un corazón roto
FanfictionAl llegar a mi departamento, volví a recordarlo, porque Jungkook es difícil de olvidar, no es fácil deshacerte de alguien como él. Jeon Jungkook... Jungkook... Kook... realmente se quedó tatuado en mi alma de una manera tan poderosa que da miedo. No...