23: La Verdad de Leo Parte II/III

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Pierre.

El accidente...

Después de literalmente años, pensando y orquestando todo a mi favor, había encontrado datos aterradores sobre Julietta, por cuestiones laborales no pude indagar más en la vida de ella...no podía poner mi fortuna en juego, pues con esta financiaba mi obsesión por mi ángel, hasta años después que descubrí todo lo que Leo significaba para ella y todo lo que el maldito le había hecho, era un jodido psicópata, aunque para mi plan maestro, era justo la cereza del pastel, aprovecharía el pánico que Julietta le tenía a mi favor. Ya luego me encargaría de él. Soy un doctor que ve más allá de lo evidente, y lo que mis ojos detectaron en Julietta no fue otra cosa que su vulnerabilidad, su miedo, y su paranoia.

Julietta, había caído presa de su propio temor hacia Leo, su ex novio. Sus ojos siempre reflejaban la inseguridad y la ansiedad que le provocaba el solo pensar en él. Sabía que su corazón estaba atado a ese pasado tormentoso, y yo decidí aprovecharme de ello.

Planeé meticulosamente el accidente de auto de Julietta. Utilicé sus miedos como herramientas para manipularla, como un maestro con su marioneta. Sabía que su miedo a Leo la llevaría a cualquier extremo por su seguridad, incluso a confiar en mí, el "salvador" en quien buscaría refugio. Era el plan perfecto.

El día del accidente, las sombras conspiraron a mi favor. Julietta, envuelta en su paranoia, cayó fácilmente en mi trampa. Provocar el percance fue sencillo; un pequeño ajuste aquí, una maniobra calculada allá, y el destino hizo el resto. Lo único que tuve que hacer fue manipular sus emociones, de la manera más sencilla posible, la seguí desde que salió de su apartamento y planeé que lo notara, fui muy evidente, a propósito, quería que supiera que la estaban siguiendo, fui meticuloso con los detalles, una camioneta polarizada y sin placas que ocultaban mi identidad y que solo aumentarían el miedo y la paranoia de la castaña, sabía que pensaría que era Leo.

La cosecha de mi plan comenzaba a dar frutos, Julietta se desvió de su habitual ruta, que yo ya tenía estudiada...era el miedo actuando por ella, aquello fue punto clave para lo que sucedería, porque a cada curva errática o cambió de carril que hacía, yo copiaba sus acciones...llegando el momento de la verdad, cuando pude ver donde terminamos gracias a su desesperación, en una carretera jodidamente vacía, Julietta me lo estaba poniendo demasiado fácil, casi sirviendo por sí misma en bandeja de plata para mi.

Fue entonces cuando concrete mi plan, aceleré lo más que pude para espantarla, sabiendo que en estos momentos era presa del pánico, me posicione a su lado, logrando que, desesperadamente, la castaña acelerara a toda velocidad, apenas a unos cuantos metros, Julietta perdió en control del auto estrellándose a toda velocidad. Hecho.

El momento en que Julietta perdió la consciencia en aquel fatídico accidente fue como la apertura de una puerta oscura y silenciosa, permitiéndome acercarme sin ser descubierto, como un ladrón acechando en la noche. Su cuerpo yacía inerte, vulnerable ante mis manipulaciones, mientras su mente se sumergía en un abismo de inconsciencia. Por un momento me asuste, me dolió en el alma verla así, yo no quería esto, se me había salido de las manos...pero no podía no aprovecharme de aquello, si antes solo sería su heroe, ahora me debería la vida. Iba a salvarla. Yo mismo realizaría su cirujía, trayendola de nuevo a la vida.

La ausencia de sus sentidos, ese estado de letargo en el que quedó atrapada, fue mi aliada perfecto. Pude moverme sin obstáculos, caminando entre las sombras que la rodeaban.Sin la barrera de su conciencia, pude manipular el escenario a mi antojo, como un director de teatro en un oscuro escenario. Ajusté los detalles con precisión quirúrgica, borrando cualquier rastro de mi intervención mientras tejía mi narrativa de salvador benevolente.

Emociones Silenciadas - Carlos Sainz JrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora