CamilaCamino sintiendo mi corazón martillear con demasiada fuerza en mi garganta. Llego hasta un balcón del primer piso que da hacia una pequeña fuente que lanza agua al aire.
Busco mi teléfono dentro de mi bolso y con manos temblorosas marco el contacto de casa. Los tonos empiezan a sonar y no sé si es peor, la incertidumbre o la espera. Al quinto tono se levanta la llamada.
— ¿Aló? — agradezco mentalmente mientras doy un brinco de emoción.
— Anny — casi que grito de la emoción — ¿Anny papá está cerca?
Mi hermana murmura algo al otro lado de la línea y luego vuelve a atenderme.
— Si, está en su habitación. — su vocecita inocente logra calmarme, al menos una pizca.
— Cariño, ¿quién es? Dame eso y continúa tu tarea. — la voz de la tía Ada se escucha al otro lado. — ¿Sí? ¿Quién habla?
Tomó aire sintiéndome extrañamente preocupada. Papá nunca está en su habitación si no es para dormir o cuando está enfermo. Siempre está en su trabajo o haciendo algún quehacer en casa.
— Tía, tía soy yo. ¿Papá está bien?
Mi tía toma una bocanada de aire entes de responderme. Su espera me moldea más nerviosa y ya no sé si saltar el balcón o dar vueltas de la ansiedad.
— Sí, cariño, Erick está bien. Dentro de lo que cabe. — su voz en eso último se vuelve grave y preocupada. Una línea de preocupación se instala en lo profundo de mi pecho.
— ¿Qué significa eso? ¿Sucedió algo? — mi voz preocupada y nerviosa.
— Tranquila, cielo. — escucho como cierra una puerta, así que salió de casa — Erick está bien, pero algunas cosas no. Se la ha pasado encerrado, no quiere decirme nada.
— Está bien, iré en cuanto pueda.
Me despido de mi tía sintiéndome ahogada. ¿Qué puede tener a mi padre encerrado en su habitación? Salgo del balcón volviendo al salón donde inició la fiesta. Miro mi bolso guardando mi móvil. Voy caminando en busca de Dareen, necesito decirle que me marcho a casa. Aquí no pinto nada y no me encuentro con deseos de estar rodeada de sus padres.
Doblo una esquina mirando hacia los lados sin detenerme a ver qué una figura alta estaba doblando por el mismo lado que yo. Tropezamos chocando nuestros cuerpos. Me agarra de la cintura evitando que me caiga al doblar me un pie y torcer el tacón.
— Ups, creo que debería fijarme por donde voy caminado. — levanto la vista al escuchar su voz. Unos ojos negros me están mirando tan brillantes y atentos.
— Yo lo siento, venía mirando hacia los lados y me olvidé de que estaba caminando. — dije yo luego de mirarlo unos segundos de más.
— Tranquila, error de los dos. — me regala una sonrisa hermosa y amplia mientras me tiende una mano —. Me llamo Gabriel. ¿Tú eres?
«Gabriel» Lo miro viendo como su pelo castaño claro estaba tirado hacia detrás dejando una pequeña línea en la parte de adelante que divide su pelo. Sus pómulos son filosos y sus manillas están hundidas de forma perfecta, al igual que su mandíbula bien trazada y marcada.
Me claro la garganta cuando el sonríe esperando mi respuesta. ¿Qué haces Camila? Despierta, el pobre chico esperando que le des tu mano y tú mirando su rostro como fanática.
Voy a responderle cuando la figura de Dareen aparece unos metros más allá hablando con un personal del marketing. Devuelvo la mirada a Gabriel apenada.
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Cuando te tenga (II) [Borrador]
Teen FictionDespués de su primer año universitario, Camila decide alejarse de todo lo relacionado con su pasado. Dolida y destrozada por todo lo sucedido en este tiempo, acepta que el amor no es lo de ella y que se ha cansado de buscarlo. Mantener su carrera es...