Cuando te tenga (II) [Borrador]

[Capítulo 8]

Camila

- ¿Me estás escuchando, Cami?

Parpadeé varias veces volviendo a mi realidad. Leah me estaba mirando con sus cejas fruncidas y sus lentes redondos un poco más abajo del tabique.

- No, lo siento. ¿Decías? - me rasqué el cuello avergonzada.

- Decía que deberíamos estudiar juntas. No le entiendo a las clases de ese señor estirado. - Leah cursaba en la carrera de Administración. Llevaba tres años en la universidad y aún no sabía cómo había logrado resistir saliendo con notas tan bajas en Contabilidad.

- ¿Será porque te la pasas mirando post de Instagram? - la chica arrugó su nariz, me había dado cuenta que así como era linda y sin filtros, no soltaba el móvil cuando algo le aburría. Y según ella contabilidad la hacia dormirse.

- Agr, es que ese viejo con tanta ecuación.

Estábamos desayunando en el saloncito de mi departamento. Leah había llegado en la mañana y había traído consigo unos hamburguesas y unos panqueques deliciosos.

Ayer, luego de que Hart se hubiera marchado estuve varios minutos procesando lo que había dejado suceder. Lo había dejado besarme, y no solo un beso, no, sino tres veces.

Me había sentido en el cielo cuando volví a sentir el sabor mentolado de su aliento. Su boca suave me había hecho estremecer y traer en carretilla todos los recuerdos hermosos y dolorosos de nuestro pasado.

Había estado pensando tanto que no había podido pegar ojo en toda la noche. Por eso estaba tan distraída mientras Leah parloteaba sobre cualquier chisme que se rumoreaba por los salones.

A la hora del almuerzo la rubia se había marchado ya que había quedado de verse con Matías. Sí, luego de que les sostuviera las velas y estuviera de adorno aquella noche, habían decidido dar un pasito más hacia adelante y ahora salían "como amigos" según mi amiga.

Había ordenado todo en el piso y había hecho limpieza. Queso esparcía mucho pelo y manchaba los muebles con ellos. Luego me puse a estudiar algunos apuntes de las clases de la semana. Me había pasado el día sin salir, estudiando y comiendo algún panqueque que había dejado Leah.

Miraba mi móvil esperando alguna llamada. Me acercaba y lo revisaba esperando encontrar alguna señal de él. Por decimotercera vez en el día tomé el móvil para ver si me había escrito pero nada. No se conectaba a Whatsapp desde ayer a las siete de la tarde. Justo antes de irse.

Decidí no tomar eso como que me había olvidado y lo dejé como que estaba demasiado ocupado, o me estaba dando mi espacio para que aceptara y procesara lo que habíamos hecho. Así que decidí llamar a mi padre por un rato y conversar. Me alegró oír su voz y saber de Anabel.

El domingo llegó demasiado rápido y yo seguía intrigada con la desaparición de Hart. No quería llamarlo por si estaba ocupado o algo. Había salido a caminar y ejercitarme un poco esa mañana.

Trotaba por la acera con mis audífonos y la voz de Sia de fondo. Algunos estudiantes hacían lo mismo y otros solo estaban paseando.

Me detuve cerca de un puente a tomar un respiro, necesitaba tomar aire luego de haber avanzado casi dos km. Frente a mi habían más edificios y cafeterías del campus. No me había alejado tanto de la universidad pero si estaba en un área nueva.