El cuerpo de Buggy temblaba. Cada fibra, cada músculo, cada pequeña faccion de si se contraía en una de las barandillas del barco. Se encogía en su propio eje, analizando la cubierta con la mirada de una manera lenta que se le hacía tan tortuosa.
Jugaba con sus manos, juntaba los dedos y las sacudía con ansiedad. Y cada facción de su rostro gritaba miedo por todas partes, vieran por donde lo vieran. Estaba frente a uno de los retos más complicados a lo largo de sus 37 años de vida que pensaba nunca iba a tener ante sus ojos.
Nunca se había sentido de esta forma, ni teniendo el pensamiento de tener que pelear contra el mismisimo Mihawk, y eso ya era una buena comparación, sin exagerar. Que terror el de tener un sentimiento tan fuerte como este.
Y solo necesitaba de una habilidad para lograr enfrentarse a ello. Una que, al parecer, no poseía todavía y probablemente nunca obtendría en lo que a su personalidad respectaba; la paciencia.
Escuchar tus llantos, sollozos y esfuerzos no hacía nada más que empeorarlo. ¿Y él? Él no podía hacer nada ahora, además de dejarse llevar por los malos pensamientos que inundaban su mente cada vez que estaba en situaciones donde el no era principalmente protagonista. Sin embargo, el oírte le indicaba que estabas haciendo un buen trabajo.
Había estado esperando este día durante nueve largos meses donde supuestamente se preparó mentalmente para la hora. La realidad era que, no, no estaba preparado, tal vez nadie lo estuvo nunca. Pero ahora era algo de lo que simplemente no podía escapar como cuando lo hace comunmente en los problemas donde se mete con su tripulación.
Apretó los parpados con fuerza, intentando obtener algo de energía positiva. El tiempo nunca había corrido con tanta lentitud. Sentía que llevaba un día entero en espera, porque ni siquiera fue lo suficientemente valiente para entrar y sostenerte la mano mientras te encargabas de lo más doloroso. Aunque le gustaría estar ahí, contigo, susurrandote palabras dulces al oído con intenciones de relajarte.
Simplemente le aterra.
"Solo un poco más, aguanta un poco más, bebé"
Pensaba.Pero, joder. Como era posible que recordase al pie de la letra cada palabra del libro que estuvo leyendo sobre padres primerizos cuando apenas tenías 5 semanas de embarazo, que hubiese sido el único hombre en una sala para embarazadas acompañandote al tiempo que las demás mujeres se murmuraban entre ellas y le miraban con ternura; un pirata como él, Buggy el Payaso. Pero que ahora tuviese tanto miedo.
Le sudaba todo. Caían gotas frías de su frente, seguían el camino por su sien.
Lo admitía, era un cobarde. Siempre lo ha sido, no había cambiado ni una pizca.
Tu llanto cesó y, cuando pensó que la espera no terminaría nunca, escuchó prolongarse uno diferente, agudo, más fuerte. El sonido le reventó los tímpanos, supo que ahí estaba. Enfocó la vista en aquel piso de madera donde sus pies avanzaron sin pensarlo, corriendo lo más rápido que aquellas piernas larguiruchas se lo permitían. Olvidó como caminar de repente, pero rebuscó la manera de lograrlo. Ignoró un charco en el suelo con el que por poco cae de bruces, pero siguió avanzando al final del camino como si su vida dependiese de ello.
La puerta de su camarote le cortaba el camino, bloqueaba su vista de la cama donde antes habías estado teniendo contracciones y luchabas por dar a luz a su rayito de sol, pero la abrió de una patada antes de que el propio Doctor pudiese salir a avisarle que ya podía pasar. El pobre terminó estampado contra la pared, aún así, tenía a un padre ansioso por saber si su labor estaba terminada, por lo menos.
Ahí estabas, recostada contra el espaldar de la cama que solían compartir cada noche, una sonrisa cruzaba tu lindo rostro, las gotas cristalinas de dolor se secaban en tus mejillas poco a poco. En tus brazos un bulto envuelto en sábanas es lo primero que él visualiza, su bebé descansaba con tranquilidad, viéndose sin preocupación alguna mientras jugueteaba con sus manitas. El pecho de Buggy se hinchó con orgullo, su corazón estaba a nada de estallar en fuegos artificiales dentro de él que nadie lograría parar; que nunca había sentido en su vida.

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𝑬𝒔𝒄𝒆𝒏𝒂𝒓𝒊𝒐𝒔 - 𝑩𝒖𝒈𝒈𝒚
FanfictionOne piece| Buggy el payaso!escenarios. ¡¿Salir con el payaso sociopata de One Piece?! ¿una locura? ¡No! Este tipo es adorable cuando esta a solas ¡Todo tiene sus ventajas! Y te aseguro que este payaso es especialmente exclusivo y meloso cuando esta...