Buggy estaba... cansado.
Para los piratas, dormir no es demasiado común si le ves desde otra perspectiva. Al menos si lo hacen no parece ser tan fácil. Siempre con enemigos acechandolos a cada costado de la alfombra azul denominada "Mar" en el que navegaban y el viento les hacía mecerse contra las olas que chocaban con el casco del barco.
Buggy siempre había sido consciente de ello y le molestaba no poder descansar como era debido. Solía desquitarse al despertar como una bola de pelos azul desordenada con sus subordinados si le ponían de mal humor. Pero no era su culpa, se lo habías repetido un sin fin de veces.
Incluso le ayudaste a tener ciertos horarios en los que, como capitana del barco, le ayudabas a terminar de reordenar las labores de la tripulación y leías con claridad el camino que debían tomar con cada día que pasaba. A pesar de que él siempre terminaba arrastrandote con él a la cama porque es muy pegajoso, tomabas los turnos correspondientes.
Eran pareja. Un equipo. Te pareció lo más correcto.
Hasta cierto punto en el que ambos tuvieron que escribir en hojas de papel los trabajos pequeños y horarios en los que su compañía era lo más importante para su nuevo desvelo; su niña.
— Buggyy. — Canturreaste, empujandole el trasero con la punta del pie. — Lévantate, tu hija esta despierta.
— Mm... — Se removió entre las sabanas con un gemido suave mientras apoya su mullida mejilla sobre la almohada sin aún abrir los ojos — ella es tu hija...
— También es tuya.
— Estoy durmiendo, no seas perra. — Se dio vuelta, mostrandote su fornida espalda desnuda bañada por la luz de Luna que entraba por el ventanal.
Resoplaste, cerrando tu mano en un puño que siempre funcionaba a la hora de hacer que Buggy se levantase en medio sueño a las tres de la mañana. El golpe impactó contra su espalda, casi sacándole los pulmones.
Suficiente para hacerlo caer de la cama.
— Ve. — Tu mano articuló varios movimientos con los dedos, varias veces. — Shu.
Buggy frunció el ceño, colocando una almohada bajo su axila.
El camarote de su hija era pequeño, indicado para la cuna y las maletitas cargadas de pañales y algunas cosas para bebés que Buggy compró.
La puerta cedió ante su mano, soltando un chirrido irritante. Se lamentó por ello, arrugando el rostro con fastidio.
Lo primero que escuchó fue el concierto de sollozos que la niña estaba dándole a la tripulación, moqueando una y otra vez.
Se acercó con cuidado, dejando la almohada a un lado del suelo para tener los brazos libres.
— Everest. — Susurró, sus dedos flotaron sobre la cabecita de la bolita peli azul durmiendo entre sus cobijitas. — Tranquila, nena, papá esta aquí.
Sus fuertes manos la agarraron desde debajo de las axilas, levántandola sin ser demasiado brusco. Sus brazos serían su nueva cuna, él la cargó con demasiada cautela, como si se tratase de una porcelana a la que le daba terror quebrar.
Everest se sintió protegida de inmediato, intentó buscar algo más de calor en el pecho de su padre. Buggy lo entendió, apoyándola contra su hombro.
Pero su llanto no se detuvo.
— Vamos, ¿que te pasa? — Los labios de Everest quisieron soltar algo, aunque ni siquiera había conseguido decir su primera palabra. — No entiendo tus mónologos, Everest, son solo balbuceos.
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𝑬𝒔𝒄𝒆𝒏𝒂𝒓𝒊𝒐𝒔 - 𝑩𝒖𝒈𝒈𝒚
FanfictionOne piece| Buggy el payaso!escenarios. ¡¿Salir con el payaso sociopata de One Piece?! ¿una locura? ¡No! Este tipo es adorable cuando esta a solas ¡Todo tiene sus ventajas! Y te aseguro que este payaso es especialmente exclusivo y meloso cuando esta...