Capitulo 11: Un día normal, hasta que...

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—Escúchame Rin, esa persona es peligrosa.

—Sí, ya me di cuenta.

—Puede llegar a hacerte más daño del que te hizo Rin.

—¿Eh? ¿E-en serio?

—Sí, y no sólo físico sino que también psicológico.

—¿Pe-pero cómo?

—Ella no es un humano.

Y en ese momento pensé: ''dime algo que no sepa''.

—¿Entonces..?

Len simplemente se quedó en silencio viendo hacía otro lado, se le notaba por encima que no quería decírmelo. Un viento frío entro por la ventana de mi habitación haciendo así que su cabello rubio se moviera levemente haciendo en su rostro una especie de sombra que no dejaba ver sus ojos.

—Es complicado. — Me respondió en voz baja.

Sólo me levante de sus brazos y apague la luz de la habitación, me dirigí a mi cama y frustrada simplemente dije con una voz un poco seria mientras me acostaba en la cama:

—''Buenas noches''.

Si no quería decírmelo, pues no iba a rogarle para que lo hiciera, aunque empecé a pensar que tal vez no me lo decía para así protegerme y no para hacerme un mal, pero a la vez dudaba, ¿qué puede ser tan importante? Simplemente me decía a mí misma contradiciendo a mi cabeza quien me decía que era para protegerme de quién sabe qué cosa.

Al día siguiente me levante temprano y vi hacia los lados buscando a aquel chico que dormía a mi lado pero no lo encontré, vi hacía mi ventana y lo encontré a él dormido sobre el marco de la ventana, suspiré y me dirigí a él con una manta para cubrirlo, era una fría mañana y por alguna razón me preocupaba por Len.

Salí de mi habitación y me dispuse a dirigirme a la cocina; pasé por la habitación de mis padres y los vi dormidos, estaban abrazados el uno del otro, de mi rostro salió una leve sonrisa, hace mucho tiempo que no los veía juntos, mi padre siempre dormía en el sofá de la sala y mi madre sola en la habitación.

Al llegar a la cocina abrí el refrigerador y saqué un jugo 'natural', esos que dicen que están hechos de fruta y tienen poca azúcar y colorantes. Todos sabemos que esto, es mentira.

Subí de nuevo las escaleras y me dirigí al baño colocando el jugo a un lado del lavamanos procediendo así a lavarme la cara, pensaba en lo de anoche, ¿Qué quería esa chica de mí? ¿Por qué me hacía daño? Y otra interrogante ¿por qué Len teme a contarme algo al respecto? Buenas interrogantes, pero para mí desgracia, no serían respondidas, no aún.

Sequé mi rostro y agarre mi jugo para así dirigirme a mi habitación. Al llegar me encontré con Len doblando la manta que le había puesto para que no pasará frío, me apoye en el marco de la puerta para ver como lo hacía, era totalmente un desastre haciéndolo.

—¿Quieres ayuda?

—¿Eh? No, estoy seguro de que puedo hacerlo.

Le di dos minutos para que lo lograra, fueron dos minutos desperdiciados. Me acerqué a él y le arrebate sin brusquedad la manta para así doblarla bien pasados que... ¿Uno o dos minutos?

—Listo.

Voltee a ver a Len con una sonrisa pero él estaba apenado, tal vez porque, bueno, no había podido hacer una cosa tan sencilla como doblar una manta. Solté una leve risa y me acerqué a mi cama para organizarla debidamente.

—Ri-Rin... ¿Puedo hacerte una pregunta?

—¿Uh? Por supuesto. ¿Qué es?

—¿Cómo te conociste con Miku?

—¿Eh? Bueno, eso fue hace muchísimo tiempo, pero ¿a qué viene la pregunta? — Pregunté confundida.

—Sólo curiosidad. — Respondió sonriente.

—Te contaré después, ahora debo ir a arreglarme, deberías hacer lo mismo, tenemos escuela.

—¡Ci-cierto! Ya lo hago...

—Ah, por cierto, cuidado, mis padres están en casa por alguna extraña razón.

—¡Vale! — Chasqueó sus dedos, me guiño un ojo e hizo una gran sonrisa.

Solamente reí levemente y agarré mi toalla para así meterme al baño.

Dos horas después ya estaba lista, simplemente salí del baño, agarré mi mochila y salí de mi habitación para así salir de la casa y dirigirme a la escuela. De repente me choque con alguien, cuando me fije bien era mi madre quien me sonreía, yo le devolví la sonrisa.

—Buenos días mamá.

—Buenos días hija.

¿Alguna vez había descrito a mi madre? No creo, bueno, lo hago ahora, ella tiene su piel blanca, ojos claros y su cabello es rubio pero no tan brillante como el mío, sí, no me parezco en casi nada a mi madre pero supongo que debo tener parecido a algún antepasado.

—¿Cómo estas mamá?

—Bueno, estoy bastante ocupada con el trabajo y demás cosas, sobre todo con tu padre.

—¿Mi padre?

—Sí, al parecer está metido en algunos problemas, pero nada de qué preocuparse, sólo son cosas pasajeras.

—Oh, entiendo, bueno, debo irme.

—Adiós Rin. — Me sonrió.

—Adiós mamá. — Sonreí y corrí hacía abajo para después abrir la puerta y salir de la casa.

Llegué a la escuela juntó con Miku, como siempre, pero no veía en ningún lado a Len, quién sabe qué estaba haciendo. Recordé la pregunta de Len ''¿Cómo te conociste con Miku?'' la verdad, eso lo recordaba muy bien, ¿lo recordaría Miku? Quería saberlo.

—Oye Miku, ¿Te acuerdas del día en que nos conocimos?

—¿Hmm? ¡Claro Rin! Recuerdo que eras muy pequeña en ese entonces.

—Tú no eras muy grande que digamos.

—Pero sí dos años mayor.

—Supongo que tienes razón, Miku. — Sonreí.

Entramos al salón de clases y ahí ya estaba Len, sentado en su lugar viendo por la ventana, sólo atraje su atención, le sonreí saludándole y me senté en mi asiento, minutos después las clases empezaron.

Pasaron tres largas horas y el timbre del receso sonó, yo salí junto con Miku y Len al comedor donde nos dispusimos a tomar nuestras meriendas. Después decidimos que saldríamos al patio con los demás estudiantes, no me gustó mucho la idea, pero bueno, había que intentarlo.

Al salir, por alguna razón me quede atrás de Miku y Len, corrí para alcanzarlos pero sentí que alguien me seguía, aceleré el paso pero esa persona estaba más y más cerca de mí, sólo me quedo gritar.

—¡Len, Mi- ! —Antes de terminar la frase alguien cubrió mi boca y me arrastro hacía una pared. ¿Quién era? ¿Por qué lo hacía? Eran mis interrogantes, pero sea lo que sea, ya me tenía en su poder.

|| ¡Hola chicos! Sé que quieren matarme por no subir nada hace 3 meses, lo sé y lo siento mucho, lo que pasa es que... no me ha estado yendo bien, ni en la escuela, ni en mi vida personal, pero pues, ahora estoy mejorando de a poco pero aún no me siento bien en totalidad. Pasando a otras cosas, ¡Espero les guste! Los deje en intriga de nuevo. 7u7 

Me enamoré de mi reflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora