Pasaban las horas y cada vez me hallaba más impaciente por que Len me respondiese, pero claro, me preocupaba bastante Len, bueno, después de aquella golpiza es bastante natural.
Empecé a dormirme mientras me encontraba con la cabeza sobre el sofá donde se hallaba Len, mis ojos me pesaban demasiado, no podía mantenerme despierta más tiempo, pero entonces escuché a lo lejos una tos algo tosca que me hizo despertar de un golpe, dirigí la mirada hacía Len, tenía los ojos medio abiertos y su boca nuevamente llena de sangre, al parecer había vuelto a toser sangre.
—¿Ri-Rin..? — Escuché su voz ronca pero bastante suave.
—Len, ¿Cómo te sientes? — Dije mientras me acercaba a él con un pañuelo para limpiar sus labios de la sangre.
—Bu-bueno... Me he sentido mejor... —Sonrió algo adolorido.
—¿Te duele algo?
Creo que debe dolerle hasta el alma, pero bueno.
—La cabeza me duele bastante, pero estoy bien. — Trato de sentarse en el sofá con algo de dificultad, así que le ayude.
—¿Seguro? — Pregunté preocupada.
—Seguro. — Volvió a sonreírme. — Dime tú Rin. ¿Qué haces despierta tan tarde? — Acarició mi cabello.
—E-eh... Estaba esperando a que despertaras, estaba preocupada.
—Oh, ya veo.
Bostecé, de verdad estaba muy cansada, bueno, había sacado fuerzas de quién sabe dónde para cargar a Len hasta adentro.
—Rin. ¿Por qué no te vas a descansar? Yo estaré bien.
—N-no quiero dejarte solo...
—¿Uhm..? ¿Por qué..?
—Sé que no me dejarías sola si estuviera en tu lugar... Además me preocupas...
Escuché una leve risa de parte de Len para después acariciar mi cabello y rostro.
—Entonces... ¿Quieres que durmamos juntos?
Asentí con la cabeza, estaba medio dormida, no sabía muy bien lo que decía o afirmaba, no me culpen.
Ayudé a Len a llegar a mi habitación donde lo recosté en la cama con mis pocas fuerzas restantes para acto seguido recostarme al lado de Len sintiendo como él me apegaba a su pecho, sólo moldee una leve sonrisa y me dormí.
—Sí que te doy problemas... ¿No Rin?... — Susurró Len.
Decidí que le preguntaría lo que quería saber cuándo él se sintiera mejor.
A la mañana siguiente me sentía muy cansada, ese día tenía que ir a la escuela pero decidí quedarme en casa mejor, cuidando a Len quien aún estaba herido. Me desperté y dirigí la mirada hacía Len quien se hallaba aun dormido, era bueno que descansase.
Me levanté con cuidado de no despertarlo y lo cubrí un poco más con la sabana, veía sus mejillas blancas un poco rojas, me dio algo de curiosidad y toque su frente, efectivamente tenía fiebre, no era muy alta pero tampoco muy baja.
Corrí hacía abajo tratando de hacer el menor ruido posible, agarré un pañuelo y llene una vasija con agua fría, la lleve hasta arriba con cuidado y la puse en el suelo al lado de mi cama, ahí puse un pequeño banco, me senté y agaché para poder mojar el pañuelo para acto seguido ponerlo sobre la frente de Len.
Mi celular sonó y yo lo cubrí con mis manos debido a que producía mucho ruido ocasionando que Len se moviera un poco; salí de la habitación y contesté.
—¿Hola?
—¡Hola Rin!
Esa voz, era Miku.
—Hola Miku. ¿Cómo estás?
—E-estoy bien, junto a Kaito. ¿Vas a venir?
—¿Uhm? No, hoy no me siento muy bien.
No podía decirle que estaba junto a Len, ella no sabía que vivía con él.
—Oh. ¿Quieres que vaya después de la escuela?
—N-no, más bien hablaremos por video-llamada. ¿Vale?
—Vale, me parece. Cuídate, nos vemos.
—Adiós Miku. — Colgué.
Al parecer ya no estaba enojada conmigo, que rara es Miku algunas veces.
Volví a entrar en la habitación encontrándome con Len despierto y viendo hacía el techo de manera pensativa, como si algo le molestara.
—¿Len? ¿Estás bien? — Le pregunté.
—¡¿E-eh?! ¡S-sí! — Me sonrió volteándome a ver.
—Vale. ¿Cómo te sientes ahora?
—Me siento mejor Rin, gracias. — Se sentó en la cama esta vez sin problemas. — Aunque no he recuperado mi fortaleza, creo que me golpearon muy fuerte. — Soltó una risa nerviosa mientras rascaba su nuca.
—Dime Len. ¿Quién te hizo esto? — Cuestione.
—¿Uhm? No lo sé.
—Len, dime la verdad.
—Estoy diciendo la verdad Rin.
—¿A sí? Len. ¿Qué pasa? ¿Qué me ocultas?
—Rin, es mejor que no te enteres de nada. ¿Entiendes?
—No, no lo entiendo, no entiendo porque tengo que quedarme como si no supiera nada.
—¿Qué sabes? — Me cuestiono Len mientras me veía algo serio.
—Más de lo que debería.
—¿A sí? ¿Qué es lo que sabes?
—Sé quién fue la que me hizo daño aquella vez y la que te hizo daño a ti, su nombre es Shizuka. ¿Verdad?
Len tragó saliva. — ¿Cómo sabes eso?
—Te escuché hablar con Kaito.
—¿Qué tanto escuchaste? — Su tonó de voz se iba volviendo cada vez más serio pero a la vez, con aún más preocupación.
—Todo. — Respondí desafiante. — Lo sé todo Len, excepto quién eres y de donde vienen ustedes.
—Tsk. — Bufó Len mientras giraba la cabeza.
—¿Qué? ¿Es tan malo que sepa cuál es su propósito en este mundo?
—No, no lo sabes.
—¿A no? ¿Acaso no es llevarse mi alma o para peor, la de Miku?
—Rin, tú no lo entiendes.
—¿Entonces por qué no me explicas?
—Es demasiado complicado.
—¡Siempre es complicado! ¡¿Por qué no me cuentas de una buena vez?!
Len me agarro y azotó contra una pared agarrando mis brazos.
—Escucha, no me obligues a hacer cosas que no quiero. — Me dijo Len llenó de rabia.
—¿Qué? ¿Vas a llevarte mi alma? ¡Hazlo! ¡Hazlo ahora! — Le grité.
Len se acercó demasiado a mí, al parecer cumpliría su cometido, yo me asusté. ¿Acaso dejaría de existir...? Cerré mis ojos y espere que algo pasara.
Y sí, algo paso.
|| Pero... ¿Qué paso? >:3 Buajajaja, soy malvada. (????) Ok'ya, los dejé en intriga de nuevo. <3 No soy del bien QwQ Bueno, espero les guste el capitulo, estamos cada vez más cerca del final. ¿Qué pasará? <3
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Me enamoré de mi reflejo
FanfictionRin Kagamine es una chica dulce y dedicada, alguien a la que desgraciadamente la vida no le paga como debería pues esta, es simplemente un desastre. Sin embargo, cuando un chico llamado Len de apariencia similar aparece en su espejo y le promete que...