Capítulo 24: Festival.

1.2K 114 43
                                    

Al final nos quedamos el resto de la mañana de esa manera y Kaito se aseguró de que nadie nos molestara.

Era ya medio día cuando algo se me ocurrió; en esos días, habían pasado muchas cosas... Malas,entonces, ¿por qué no hacer algo divertido?

— Oye Len.

— ¿Qué pasa Rin? — Preguntó mientras se frotaba los ojos.

— ¿Hace cuánto no te diviertes? — Vi hacía el techo. — Ya sabes, como ir a un festival cuando eras niño.

— ¿Uh? Pues, llevo bastante tiempo sin vida, así que, podría decirse que mucho tiempo.

— ¿Y si vamos a uno?

— ¿Hablas en serio? — Agregó algo emocionado.

— Sí, bueno... Es que, hemos pasado por bastante estos días y creo que es justo que nos divirtamos como deberíamos hacerlo a nuestra edad. — Sonreí. — Además hace bastante que no voy a uno, y sé que a Miku y a Kaito les gustará la idea.

— Pero... ¿Si te sientes bien como para salir? — Recostó su codo en la cama y se levantó un poco quedando cara a cara.

— Sí, aún me duelen un poco mis heridas inexistentes pero... Estoy mejor. ¿Tú?

— Pues... No lo sé, no me siento mal en este momento. — Sonrió.

— Veamos... — Junté su frente con la mía y solté un suspiro de alivio. — Tu temperatura ya descendió, lo cual es bueno.

Me alejé de él para así levantarme de la cama con cuidado, tenía miedo de que fuera a caer pero, por suerte pude mantenerme de pie sin problemas.

Suspiré aliviada y me dirigí hasta el otro lado de la cama para así ayudar a Len a levantarse.

— Dame tu mano. — Dije extendiendo mi mano derecha, él la recibió y se levantó con mi ayuda.

— Creo que... Creo que estoy bien. — Sonrió y yo le solté.

Por suerte, pudo mantenerse de pie lo cual hizo que yo sonriera igual.

Tuvimos que convencer un buen rato a Miku y a Kaito pero al final aceptaron, Kaito se llevó a Miku a su casa para que pudiesen arreglarse y Len y yo, nos dedicamos también a arreglarnos.

Era un festival de otoño el que se realizaba en esos días, entonces decidí colocarme un kimono muy bonito que obtuve hace unos dos años atrás, dudaba que me quedara pero al final intente ponérmelo y... ¡Sí me quedaba!

Es color salmón con blanco, es también algo corto pero me parecía muy bonito. Me agarré el cabello con una pinza que llevaba una flor blanca y en mi cuello, un collar de dos alas de ángel.

Estando ya satisfecha, salí del baño encontrándome con Len quien me veía sorprendido.

— Te ves preciosa... — Sonrió.

— Gracias. — Me reverencié un poco y dejé que siguiera al baño.

Pasó cierto tiempo y Len ya estaba arreglado, lastima que no tenía un kimono para que me acompañara en mi vestimenta.

Salimos en busca de Miku y Kaito tiempo después; ellos ya nos estaban esperando y pude notar que Miku también tuvo la misma idea de colocarse un kimono para la ocasión.

— ¡Rin! — Sonrió Miku acercándose. — ¡Volviste a usar el kimono!

Me reí un poco. — Sí, pero no es para tanto.

— ¿¡Eh!? Pero si es precioso.

— No tiene nada de especial. — Sonreí.

— ¡Claro que sí! — Sonrió al igual. — Se los demostraré, media vuelta.

Me enamoré de mi reflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora