Capítulo 27: Cualquier cosa.

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Volvimos al hospital después de calmarme un poco. Limpiaron y desinfectaron las heridas de mi mano, después la vendaron y me recomendaron que no la moviese mucho.

Volví a sentarme en la sala de espera junto a Kaito y Len, todos estábamos en silencio, como si hubiéramos quedado mudos.

Algo que sí noté, es que Kaito estaba desesperado; movía sus dedos con rapidez y fluidez, se levantaba y caminaba alrededor, sudaba muchísimo y su mirada siempre se mantuvo baja.
Lo entendía... Amaba a Miku... Y el no poder hacer nada le agobiaba.

— ... Ella me lo dijo. — Le escuché murmurar.

— ¿De qué hablas? — Cuestionó Len.

— ... Miku me dijo que se sentía mal... No le hice caso... — Su mirada y voz estaban apagadas, además de que sus cabellos cubrían gran parte de su rostro. — Pensé que era un resfriado o algo... No le presté atención... No la ayudé... Esto... Esto es mi culpa...

— Kaito... No digas eso, no es tu culpa. — Len agarró su hombro pero Kaito la quitó con desdén.

— ¡No hice nada! — Gritó en un tono bajo. — ¡Debi ayudarla!

— No tienes porque cargar con toda la-... — En eso, el doctor volvió a salir y me hizo señas a mi. — Ya vuelvo. — Me levanté de mi lugar y me dirigí hasta el doctor.

— ¿Noticias? — Pregunté.

— Sí, no son buenas. — Suspiró. — No está respondiendo a los medicamentos que le administramos, está grave... No... No creemos... No creo que sobreviva...

Tragué saliva. — Entiendo...

— Aún así seguiremos intentándolo... ¿Bien?

— ¡Doctor! ¡La paciente está convulsionando! — Gritó una enfermera mientras corría hacía él.

— .... Lo siento... —Fue lo último que escuché del doctor mientras corría adentro.

Me mordí el labio inferior y me di la vuelta para ver a los chicos, Kaito había escuchado por obvias razones lo que la enfermera gritaba y al parecer eso hizo que su enojo se volviera más grande; se levantó y salió del hospital.

Crucé miradas con Len y los dos entendimos que debiamos ir a buscarlo. Eso hicimos, salimos y lo buscamos por todos lados pero no lo encontramos... Hasta que por alguna razón, recordé que Miku me había enseñado un lugar "especial" a donde iba Kaito y ella, no era lejos... Tal vez ahí estaba.

Después de unos diez o quince minutos ya estábamos en aquel lugar y, ¡lotería! Lo encontramos.

— ¿Cómo me encontraron...? — Susurró.

— Recuerdo que este era su lugar secreto... — Sonreí muy pero muy levemente. — Por eso intuí que aquí estabas.

— Ya veo... — Él también sonrió. — Que desperdicio... ¿No?

— ¿A qué te refieres?

— .... En la calle de al lado... Fue donde le salvé la vida a Miku, y me costó la mía. — Hizo una pausa y subió la mirada. — Sólo pude hacerle ganar un par de años más... Todo lo que... Todo lo que me costó salvarla...

— .... Kaito... — Me acerqué un poco, pero retrocedí, en ese instante, me asustaba Kaito.

— Quería que viviera... — Hizo una pausa. — Antes... Yo valía y pude dar mi vida por la de ella... Ahora... No tengo nada que valga... Soy una marioneta... No valgo nada...  ¡No puedo salvarla! — Entonces, su voz se quebró y Kaito cayó al suelo de rodillas. — ¡Ya no puedo hacer nada! .... ¡No debí haber venido! ¡No quería hacerle daño....! — Sollozaba, lloraba y su voz era muy ahogada.

Volteé a ver a Len, su mirada era trágica...

— ¡No puedo hacer nada por ella...! ...La amo... La amo... Me rehúso a saber que... A saber que ya no podré verla sonreír... ¡No quiero esto de nuevo! — Se calló de repente y se dedicó a llorar.

Por mis ojos descendían lágrimas que una a una empapaban mi rostro, vi a Len de nuevo y él, también lloraba en silencio como yo.

— ... Haré lo que sea para salvarla... — Me acerqué a él esta vez sin miedo y le abracé. — No importa que me cueste... Miku no morirá... Te lo juro...

— Rin... — Murmuró y correspondió mi abrazo.

— ... Tranquilo ... — Sonreí levemente. — Te agradezco todo lo que hiciste... Pues sin ella... Yo no estaría aquí en este instante... Por eso, se lo debo, te lo debo, les debo mi vida... Por eso, pienso saldar mi deuda.

Sin mencionar que Len... También había muerto, pero en este caso fue para salvarme a mi.

Las cosas se calmaron después, y decidí que iría con Len a casa ya que era mejor, Kaito se quedaría en el hospital.

Caminé hasta casa con Len y nos recostamos en la cama.

— ¿Me amas Len...? — Susurré.

— Más que a otra cosa.

— Entonces... Abrázame... — Él acató y me abrazó. — ¿Te importo Len?

— Por supuesto.

— Entonces... Regalame tus labios una vez más... — De nuevo acató y me besó más de una vez.

— Te amo Len... — Sonreí pero de mis ojos caían lágrimas.

— Y yo a ti Rin...

Después, él cerró los ojos y se durmió. Yo, me quedé despierta, abrazando su cuerpo sin dejar de llorar en silencio.

Eran las dos de la mañana cuando decidí levantarme... Le vi después de levantarme, en realidad... Me dolía mucho el pecho.

Fui al jardín trasero de mi casa y ahí me senté en el suelo.

— Shizuka, ¿dónde estás? — Hablé en tono bajo. — Sé que me vigilas.

Escuché una risa y entonces, ella apareció frente a mi. — ¿Qué deseas angelito?

— .... ¿Qué tengo que hacer para que dejes en paz a todos?

— ¿Uhm? ¡Oh! Ya viste el regalito que les dejé, me imagino que la pequeña azulada debe estar sufriendo.

— Maldita... — Murmuré. — Responde a mi pregunta.

Ella sonrió de oreja a oreja. — Puedes hacer dos cosas... La primera es traerme la cabeza de tu hermanito, pero creo que eso no lo harás así que... Supongo que debes entregarte a mi.

— ¿Y los dejarás a todos en paz...?

— Lo juro. — Sonrió nuevamente y extendió su mano. — ¿Trato?

Cuando estaba a punto de tomar su mano, escuché la voz de mi hermano en mi cabeza.

— ¿¡Qué harás!? ¡No lo hagas!

— No tengo opción... — Pensé.

— ¡Rin! ¡No lo hagas! — Escuché las voces de Len y Kaito al unísono en mi cabeza igual.

— ¡Ella no cumplirá! ¡No seas tonta! — Escuché a Len gritar.

— ... No tengo de otra... — Y así, acepté su mano.

Escuché su risa malvada y sentí como me desvanecía, como todo se iba colocando negro, como iba perdiendo la consciencia o más bien... La vida.

Tal vez lo halla hecho por desesperación... Más bien, eso es lo que quiero que piensen.

"La luz siempre vencerá a cualquier oscuridad". 

| Se viene lo bueno mis niños.♥ Gracias por su apoyo. ♥

Me enamoré de mi reflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora