Capítulo 17: Vínculo.

1.7K 138 43
                                    

Pasaron dos días, ya era fin de semana y todo estaba normal; había hablado un poco con Kaito y al parecer no tiene intenciones de herir a Miku por ahora, lo que me tranquilizó sólo un poco.

Era sábado en la mañana y estaba en el suelo de mi habitación viendo hacía el techo; literalmente, no estaba haciendo absolutamente nada productivo por mi vida. Len, estaba quién sabe donde haciendo quién sabe que cosa, aunque, a veces prefiero que mejor no me diga nada. Estaba cansada en verdad, no había dormido mucho los últimos días pensando en todo lo ocurrido y cuando cerré los ojos, me dormí en el suelo.

Con la enfermedad que sufro, es muy conveniente. Note por favor mi sarcasmo.

Empecé a soñar; estaba en un espacio totalmente negro, sin fondo y vació en su totalidad. Caminaba por sus alrededores que parecían no tener un comienzo, ni un centro, mucho menos, un final. Estaba agotada así que me senté en el suelo colocando mis rodillas en mi pecho flexionando las piernas, las abracé y puse la cabeza en la mitad de mis rodillas. Cuando levanté la cabeza, vi una luz brillante que venía de afuera, intenté ir hacía allí, pero cuando me dí cuenta, tenía uno de mis tobillos encadenados con algo que decía:

''Guilt'' - ''Culpa''

De repente mi otro tobillo estaba encadenado, está vez decía:

''Lie'' - ''Mentira''.

Mi muñeca derecha, igual fue encadenada, decía:

''Death'' - ''Muerte''.

La izquierda:

''Soul'' - ''Alma''.

No entendía nada, no podía mover mis muñecas, ni podía levantarme, además, esas palabras extrañas en los grilletes.

- Intenta... Conectar todo Rin. - Mencionó una misteriosa voz que se me hacía levemente familiar. - Son las pistas que te llevarán a la verdad, i-intentaré ayudarte pero se me es complicado con Len cuidándote siempre. Pronto... Sabrás la verdad, pequeña Kagamine. -

- ¿Por qué estoy encadenada? - pregunté intrigada.

- Porque esas son las cosas que te mantienen cautiva de tu verdadero ser, del acceso al cien por ciento de tu mente. Todavía, tienes una palabra por descifrar..- Se escuchó una risa dulce. - Len no tarda en aparecer, despierta pequeña, vamos, hora de despertar.

Abrí mis ojos un poco asustada y ahí, en ese momento apareció Len por la puerta, se asustó un poco debido a que estaba en el suelo, entonces se acercó a mí a preguntarme:

- ¿Estás bien?

- Sí, lo estoy. - sonreí.

Me levanté del suelo pero al hacerlo, algo me devolvió al suelo, un fragmento de un recuerdo que se hizo pesado para mí, me mareé al instante. ¿Qué vi? Vi a dos niños y a la vez, un llanto agudamente terrible, de dolor, eso me aturdió e hizo que me cayese al suelo para tapar mis dos oídos. Y para peor, yo sé que ese grito... Es mío.

- ¡Rin, Rin! - dijo Len arrodillándose a mi lado.

- E-estoy bien Len... Sólo fue un mareo... -volví a sonreír aunque aún me hallaba muy aturdida por lo que había escuchado, además de mareada por alguna razón.

Len me ayudó a levantarme y me sentó en la cama con cuidado para después recostarme, la verdad si necesitaba que me ayudase. Len salió de la habitación y trajo un pañuelo frío para colocarlo en mi frente, eso me ayudo con el mareo.

Pasaron diez minutos y ya me sentía bien nuevamente, no terminaba de comprender porque me había dolido tanto un recuerdo, porque ese grito me había aturdido de tal manera sabiendo que era mío, y por qué en mi recuerdo habían dos niños que... Deduciendo, uno de ellos, soy yo y el otro... ¿Quién es?

Me enamoré de mi reflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora