Capítulo 18: Ser de luz.

1.6K 136 71
                                    

Me quedé con Miku un rato, hablando con ella como si nada hubiera pasado, pero en verdad, por dentro la angustia me comía viva, por suerte podía disimularlo, un poco... ¿No..? 

— Hey, Rin. Tranquila, estoy segura que ellos están bien. — Sonrió. 

— Miku... Tú no sabes lo que-.. .— Me detuve, por obvias razones no debía decirle nada a ella. — Olvídalo. 

— ¿Yo no sé qué? 

—  No es nada Miku, sólo olvídalo. 

— Ah no, tú me cuentas porque me cuentas. 

— Lo siento Miku, no puedo. 

— Está bien, supongo que tus razones tendrás. — Suspiró. 

Woah, lo tomó mejor de lo que yo pensaba, pensé que se enojaría o algo tal y como... Yo... 

— Pero, debo hacerte una pregunta que tienes que responder. 

— Dime Miku... 

— ¿Por qué has estado tan apegada a Len desde hace tiempo? Es más, estoy segura que desde que él apareció en la escuela tú estás quedándote con él aquí en tu casa y no me lo niegues. 

— Aah.... Bueno, es una no tan larga historia y... S-se está haciendo tarde, debes irte. 

— No, no, no me iré. Es más, llamaré a mi madre ahora mismo para que me deje quedar aquí. 

Se levantó de la cama y salió de la habitación para llamar a su madre. 

Bien, ahora que rayos le diré a Miku... ¿Le digo todo? Supongo que no tengo de otra, me la gané y ahora tengo que recibir el premio de tenerla toda la noche haciéndome preguntas al respecto, perfecto. 

— Bien. — Entró Miku en la habitación. — Ya le he pedido el permiso a mi madre y me dijo que estaba de acuerdo, así que... Empieza hablar señorita Kagamine. 

— Está bien Miku.... Te contaré. —  Suspiré. — En realidad, Len es mi reflejo, literalmente apareció en el espejo de mi habitación. 

— ¿Eeeh?  ¿Estás bromeando verdad? — mencionó incrédula. 

— No, no estoy bromeando. 

Seguí contándole la historia, ella en una parte estaba que soltaba la carcajada pero después su cara de incredulidad se volvió en una llena de asombro; al terminar, ella solamente se me quedó viendo con cara de: ''¿No es broma, verdad?''. No me la creía, Miku me había creído todo lo que dije. Que viva la redundancia. 

  — Oh... Ahora que lo pienso todo tiene más sentido. — Se tiró de espaldas a mi cama. 

— ¿Por qué lo dices? — Pregunté curiosa. 

— Porque bueno... Son literalmente iguales, tienen el mismo apellido, siempre están juntos, se preocupan de manera mutua y ahora que recuerdo... Ese día del beso que saliste corriendo como loca descarrilada y yo me preocupé porque estabas tal vez debajo de la lluvia, Len susurró: ''Prometí que la protegería'' o algo así. Lo que quiere decir que tiene lógica. 

Me sonrojé con lo último que dijo,  ¿en verdad eso había pasado antes? Además de que Miku acabó de decirme loca descarrilada y yo le golpeé levemente en la cabeza, pero, no creía que ellos se habían preocupado por mí en ese instante. 

— ¿Tienes hambre Miku? — Agregué sonriendo. 

— ¿Uh? Sí, algo... 

— Bien, bajemos a comer. 

Me enamoré de mi reflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora