13 de septiembre de 2017.
El gimnasio del Collegio Professionali di Veser se encontraba, a esas horas de la mañana, con un amplio grupo de estudiantes revisando los panfletos que se hallaban dispersos estratégicamente en las paredes y las mesas delegadas para las inscripciones del tan ansiado Campeonato Intercolegial de Veser. En el internado, como tradición anual, se preparaban para recibir con bombos y platillos el tan anhelado encuentro deportivo que tendría lugar en las semanas posteriores. Motivo por el que los alumnos estaban prestos a conocer más a fondo las categorías que se habilitarían este año y, si les era posible, anotarse como miembros de las competencias.
—Recuérdame por qué estoy haciendo esto.
La voz de Skyler se oyó casi imperceptible ante el sentido auditivo de Alai, su mejor amiga.
—Porque un bonus de cinco décimas en el primer corte de aritmética, nos quedaba como anillo al dedo
—se apresuró en responder la otra adolescente, entregándole un lapicero a un muchacho que en el momento se acercó para diligenciar un formato de inscripción.—Odio eterno para Roberto —musitó, resoplando con frustración.
La jornada académica pasaba ante sus ojos lentamente y lidiar con el público que venía hacia ella, dispuesto a pedirle ayuda para realizar las inscripciones, comenzaba a sofocarla. Rellenaron unos cuantos formatos más y una sonrisa se dibujó en su rostro cuando Brandon, su hermano, se acercó a la mesa, siendo acompañado por Ian —el amor platónico de Skyler y mejor amigo de él—.
Para Alai tampoco pasó desapercibida la presencia de ambos jóvenes, mientras que Skyler suspiraba por Ian, su mejor amiga vivía encandilada con la presencia de su hermano mellizo. Ambos portaban el uniforme deportivo correspondiente al día y ella estaba segura de que pasaban por ahí para fisgonear sobre el tipo de competencia que tendrían ese año.
—¿Crees que esté reñido el evento? ¿Qué tal el potencial deportivo?
—inquirió sonriente Ian, jugueteando con el bolígrafo que Skyler mantenía reposando sobre su tabla legajadora.Sintió un leve adormecimiento apoderarse de su lengua, uno de los efectos que causaba el chico en su sistema.
—¿Camille ya ha venido a inscribirse? —se entrometió Brandon, sin esperar que ella respondiera el cuestionamiento inicial del otro muchacho.
—Tengo una sola boca, espere su turno para preguntar joven y con gusto le responderé —bromeó, causando que Brandon negara con diversión.
Skyler observó de soslayo a su mejor amiga, quien estaba tan concentrada detallando las facciones del rostro de Brandon, que inclusive podía asustarle y generar que él pensara que era una loca obsesionada con su anatomía. Ella, como casi hermana de la rubia, estaba en la obligación de evitarle ese tipo de situaciones incomodas.
Se aclaró la garganta, causando que Alai la mirara, captando al final lo que ella quería transmitirle. La rubia se irguió en su lugar, dejando de mirar de aquella manera tan acosadora a su hermano.
—Creo que lo será, pero estoy segura de que ustedes están altamente capacitados para arrebatarle el elixir de la victoria a los demás equipos —continuó con su afirmación, encogiéndose de hombros. Alai asintió ante sus palabras.
—¿Tú también lo crees, rubia?
—cuestionó Brandon, tomando como referencia su gesto.—Por supuesto, son los mejores. Han salido invictos en un 98% de partidos, es imposible que alguien supere su marca —replicó Alai, enfatizando en el dato estadístico que había dado el locutor de la radio estudiantil en su programa matutino.
ESTÁS LEYENDO
Cuando la muerte sea solo un sueño
Teen Fiction«En ocasiones los hechos del pasado pesan más que las ilusiones de un futuro mejor». Esa era la frase que se repetía constantemente en los pensamientos de Logan Benedetti. Un chico obstinado, e ininteligible. Una secuencia de hechos dolorosos había...