—Será pronto, estoy pensando cómo hacerlo —comunicó Skyler a través de la línea, en el interior de su habitación del internado.
Se masajeó la frente con la punta de los dedos, cerrando los ojos instintivamente.
Logan se encontraba en la puerta, iba llegando cuando escuchó que hablaba por llamada y prefirió que ella no lo viera cuando percibió lo extraña que sonaba la conversación. Sospechaba que Skyler estaba guardando un secreto y aunque espiarla fuera incorrecto, tenía que aprovechar cualquier oportunidad que le posibilitara tener indicios que lo guiaran a la verdad.
—Sí, lo sé. —Skyler guardó silencio—. He continuado con dolores de cabeza y mareos, también he tenido dificultad al respirar.
Él frunció el ceño, porque según ella, esos síntomas habían disminuido significativamente y ni siquiera les había contado acerca de que tuviera problemas respiratorios, ¿Qué tenía que ver eso con la cefalea? Al parecer su novia estaba mostrando dotes de actuación que no se esperaba, porque simulaba estar bien de una manera realmente creíble.
—No, en verdad no tengo nada que pensar. No lo haré y es una decisión irreversible —afirmó con veracidad la joven—. Ok, ya debo colgar, el bus está a punto de salir.
La llamada finalizó y un arsenal de incógnitas se alojaron en los pensamientos del muchacho. ¿En realidad la enfermedad de Skyler era la que ella decía? ¿Algo más crítico estaba ocurriendo con su salud? Le indignaba tener tantas preguntas sin respuestas.
—¿Logan? —la voz de Skyler lo sacó de su ensimismamiento.
—Eh, hola. —Sacudió la cabeza—. ¿Ya estás lista?
Ella asintió, besándole los labios. Fingió una sonrisa, tomando la maleta de chica cielo.
—¿Llevabas mucho tiempo afuera?
—interrogó Skyler, cuando bajaban las escaleras.—No, recién llegaba. Estaba a punto de llamarte —mintió. Finalmente, ella también lo hacía.
La sensación de molestia que le provocó pensar eso, lo llevó a que todo su cuerpo se tensionara.
—Oh.
Llegaron al jardín, donde sus demás compañeros y amigos estaban listos con sus equipajes. La superiora Gillian y la directora Rafaella serían las encargadas de dirigir el viaje y vigilarlos en el transcurso del mismo.
—¿Preparados para la aventura de sus vidas? —preguntó Alai, acercándose. Portaba unos lentes de sol que levantó levemente para mirarlos.
—Nunca había estado tan lista
—contestó Skyler. Logan se limitó a asentir.Los miembros que faltaban de su grupo de amigos terminaron de acercarse a ellos.
—¿Por qué traes lentes de sol si el invierno ya está empezando? —indagó Christian, dirigiéndose a Alai.
—A ella se le zafan los tornillos
—se adelantó en responder Camille, bromeando.La rubia abrió la boca con indignación.
—Tu hermana me está irrespetando, Brandon. Dile algo.
—Algo —obedeció el mencionado.
Theo, Skyler y Logan rieron.
—Estos hermanos Bright, no saben de moda —negó Alai con la cabeza, apartándose con sus lentes cubriéndose los ojos, nuevamente.
—Gentiles estudiantes, es momento de que vayan subiendo al autobús, debemos estar en el aeropuerto en menos de una hora, así que contamos con el tiempo justo —informó la directora en voz alta.
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Cuando la muerte sea solo un sueño
Teen Fiction«En ocasiones los hechos del pasado pesan más que las ilusiones de un futuro mejor». Esa era la frase que se repetía constantemente en los pensamientos de Logan Benedetti. Un chico obstinado, e ininteligible. Una secuencia de hechos dolorosos había...