Capítulo 9: La princesa que le temía al color azul

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Alai miró con detenimiento a Rebecca y a Brandon. Él la abrazaba y besaba con tanto cariño que no podía evitar sentirse incómoda y afectada anímicamente. Skyler se dio cuenta de ello y elevó la voz para transportarla de nuevo a la conversación que mantenían en la mesa.

—¿Y ahora sí nos dirán cómo es que se hicieron amigos de un día para otro?
—cuestionó Skyler, acariciando el antebrazo de su amiga como muestra de consuelo.

Parecía que ambas estaban destinadas a fracasar en el amor.

Christian no pudo contener la risa, atragantándose con su refresco, y originando que Camille lo observara con curiosidad, sonriendo de igual manera.

—Ni se te ocurra —demandó Theo, advirtiéndole de algo que resultó confuso para ellas.

—Es un momento que quedará en nuestras memorias por siempre
—agregó Logan, terminando de comer lo que quedaba en su plato.

Ese día, a diferencia de los demás, Theo los había convencido de cenar en la cafetería con ellos, él los consideraba sus amigos y quería que comenzaran a conocerse más y a compartir tiempo con aquellas adolescentes que le habían proporcionado una cálida bienvenida.

—¿Qué pasa? ¿Por qué están tan misteriosos? —indagó Camille, fijando su mirada en los tres, de manera burlona.

—No pasa nada, nos topamos por el pasillo en mi primer día aquí y ya saben que soy una persona a la que le gusta hacer amistades —respondió con simpleza Theo, esperando que Christian dejara de reírse ante el recuerdo.

Ocurrió absolutamente lo contrario, Christian prosiguió con su cuadro de risa, contagiando un poco a Logan.

—Nos topamos en el pasillo mientras huía de un ratón —recalcó el rubio, cuando sus carcajadas disminuyeron—. ¡Estaba aterrado y gritando como niñito!

—¡No es cierto!

Skyler se contuvo de reírse, pero cuando todos comenzaron a carcajearse, no pudo evitar hacerlo también. Logan golpeó el hombro de Christian, incitándolo a que dejara de avergonzar al pelinegro.

—Es... es solo que le tengo fobia a los ratones, no es algo que pueda controlar —argumentó Theo, levemente sonrojado.

—No te preocupes, Theo, es algo normal... no te sientas mal, simplemente es un poco gracioso recordar la forma en que gritabas y corrías mientras el ratoncito únicamente te observaba con sus adorables ojitos —prosiguió Christian, recomponiéndose de la risa que comenzaba a causarle dolor en su abdomen.

—Adorable mi hermana —ironizó, lanzando un bufido con el que demostraba no estar de acuerdo con las palabras de su compañero—. Esa era una criatura del demonio.

Aw Theo, eres tan tierno —se mofó Alai, formando un puchero con sus labios.

—Y verdaderamente tiene el don de agradarle a las personas —continuó Skyler—. Porque vamos, llevamos casi dos años siendo compañeras de Logan y nunca nos había dirigido la palabra.

—Y llega Theo y en un día consigue hacerse su amigo, eso es superar la marca —concluyó Camille, arqueando sus cejas.

—Lo sé, soy un ser incomparable
—mencionó Theo, jactándose de su agradable personalidad.

—Tranquilas, si querían ser mis amigas, solo debían decirlo. No cobro mucho dinero por brindar ese beneficio —insinuó con diversión el castaño, logrando que Christian riera.

—Disculpe, señor modestia, gracias por brindarnos su tan preciada y exclusiva amistad —se adelantó en contestar Skyler, poniendo los ojos en blanco.

Cuando la muerte sea solo un sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora