Sus ojos se concentraron por varios minutos en la pelota anti estrés, detallando cómo ésta iba y venía, impactando sobre la pared de la habitación. No había pasado mucho tiempo desde que despertó, Alai se estaba duchando, mientras Camille terminaba de aplicarse un poco de maquillaje y Emilia se encontraba sobre su cama, con la mirada perdida en una revista juvenil.
—Definitivamente, me encantan los campamentos —manifestó Camille, terminando de aplicar brillo labial y luego juntando sus labios repetidas veces, para distribuir de mejor forma el color—. Las fogatas me hacen sentir parte de aquellas típicas películas o series estadounidenses.
—Como Camp Rock —agregó la rubia que salía del baño, ya vestida y secando su cabello con detenimiento.
—Bueno, en ese caso, espero que nadie solicite la hora musical. El canto no es lo mío —dictaminó ella, arrugando su nariz.
—¡La hora musical es lo mejor!
—volvió a hablar Camille, emocionada.—Y más cuando Ian será la voz principal —se entrometió Emilia, despegando su mirada de la revista y fijándola en cada una de ellas.
Skyler no pudo evitar atragantarse con su saliva al escuchar el nombre del adolescente.
—¿Ian cantará? —indagó Alai, comenzando a desenredar su cabello.
—Sí, tiene una voz realmente dulce.
—Vaya, no sabía que él cantaba, ¿Y tú Skyler? —cuestionó Camille, dirigiéndose a ella.
Skyler tosió un poco, esperando que el escozor en su garganta desapareciera por completo.
—Eh sí, pero nunca lo he escuchado. Supongo que Brandon sí.
—El viernes en la noche le cantó a Zhanna y le pidió oficialmente que fuera su novia —informó la rizada, mostrando complacencia en su expresión—. Claramente un gesto como ese, ella no podría rechazarlo. Además, llevaban muchos meses saliendo, ya era hora de que le pusieran un título a la relación.
El acontecimiento originó que algo en el interior de Skyler se detuviera momentáneamente. Ya sabía que tarde o temprano eso pasaría, Ian y Zhanna pasaban mucho tiempo juntos y evidentemente se gustaban, sin embargo, no estaba preparada para el día en que eso fuera oficializado. Creía que sí, pero verdaderamente no. La esperanza de que él se fijara en ella, radicaba exclusivamente en que ellos todavía no formalizaban la relación, no obstante, ese minúsculo rastro de fe desapareció, dejándole una sensación indescriptible y anómala.
Camille y Alai presentían que el silencio sepulcral por parte de Skyler, se debía a la noticia e intentaron desviar la atención de Emilia sobre ella, la cual la miró extrañada por su semblante ensombrecido.
—Oh, ahora todo tiene sentido, ¡Claro, cualquier mujer con dos dedos de frente aceptaría esa propuesta! —declaró Camille, sonriendo forzadamente.
—Por supuesto que sí —mencionó Skyler, disimulando el impacto que le había generado el acontecimiento.
Emilia se encogió de hombros y se levantó de la cama, dirigiéndose al interior del baño.
—Sky... —comenzó a hablar su hermana, mirándola de manera compasiva.
Ella negó con la cabeza, sonriendo levemente.
—Todo está bien.
Ninguna de las tres mencionó algo más.
Afuera de las cabañas, los alumnos se dispersaban con tranquilidad por el camino verde y áspero del campamento. Todos sus compañeros de curso se encontraban ubicados en cabañas cercanas a la suya, por lo cual no se le hizo extraño encontrarse con la mayoría apenas cruzó la puerta de entrada de la suya.
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Cuando la muerte sea solo un sueño
Novela Juvenil«En ocasiones los hechos del pasado pesan más que las ilusiones de un futuro mejor». Esa era la frase que se repetía constantemente en los pensamientos de Logan Benedetti. Un chico obstinado, e ininteligible. Una secuencia de hechos dolorosos había...