"Héroes en Ascenso: Más allá de los Límites".

CAPÍTULO 7»

MÚSCULOS EXCELENTES.

Algunos días después:

—Luego del colegio deberíamos ir a algún sitio.

—¿Quieres ir a la piscina?

—Si.. tengo un nuevo traje de baño.

Una conversación tranquila mientras se espera por el maestro —El salón de último año.. pueden irse temprano — anunció el intercomunicador —, su profesor tuvo una emergencia, así que diríjase a la salida.

Todos empezaron a celebrar. Gritando y aplaudiendo, creando un momento escandaloso e intranquilo.

Fuera de mi mochila tenía solo el reproductor de música y los audífonos. Que poco se alcanzaba a oír.

—Midoriya — llamó mi atención una chica. Kaoyima agitaba su mano en mi rostro —. Iremos a la piscina más tarde.. ¿Quieres acompañarnos?

—¿Yo? — pregunte confundido.

—Claro.. Iremos todos juntos — se sentó en el puesto delante mio.

—Creo que no puedo — sacudí mi cabello —. Tengo entrenamiento al rato — guarde mis cosas.

—¿Entrenas? ¿Tienes musculos?

—Los estudios científicos indican que luego de seis semanas haciendo ejercicios empiezan a mostrarse los cambios en el cuerpo.

—¿Si? ¿Cuánto tiempo llevas haciendo ejercicio? — empezó a acariciar mi manga.

—Ehm, hace como dos semanas inicie el entrenamiento — me levanté de mi asiento con mi mochila en hombros.

—Entonces debemos esperar cuatro semanas para ver los resultados..

—Tal vez — caminé hacia la puerta y ella me empezó a seguir. En cuanto di un paso fuera del aula tropecé con Bakugo —. Per-perdón — le dije mirando a otra dirección.

—Extra, largo — le dijo a ella. Que de inmediato corrió fuera de su vista —. No me ignores, quiero hablar contigo.. ¿Te llegaron mis mensajes?

—No tengo teléfono.

—Mira, se que hice mal, y yo..

—No hables tanto, mierda — lo interrumpí —. No te guardo rencor, te perdono — dije terminando de guardar mis cosas.

—No quiero que me perdones por obligación — sostuvo mis hombros.

—Nadie me está obligando a nada— tomé aire para hablar calmado —, tu ya no eres parte de mi vida.. quiero dejar todo atrás y perdonarte — lo mire fijamente, creo que por esta razón me intimidaba tanto. Mirarlo a los ojos siempre me ha parecido complicado. Porque se que no me ve igual que como yo lo veo.

—No era mi intención decir nada de eso.. lamento haberte molestado tanto, fui inmaduro y acepto que estoy equivocado.

—Yo también me equivoque.. eso no iba a cambiar nada — baje la mirada —. El cambio inicia acá — señalé mi cabeza.