Mi celular zumbo con un sonido de mensaje despertándome, el sonido de la voz de Alexandra aún seguía sonando, hoy no habíamos salido, pero si habíamos hecho una video llamada, no me podía ir a dormir sin al menos verla, ver sus ojos acaramelados ver cada una de sus expresiones de su rostro cuando sonríe cuando esta pensativa o cuando se enojaba por recordarle lo celosa que es a veces... solo a veces.
Quité el video y abrí el mensaje, era un número desconocido... otra vez.
Hey, Amelia. Vi tus fotos en el desfile militar y la inauguración de la fundación. Por cierto, te vez hermosa, aunque un poco más llena de lo que solías estar cuando salíamos juntos. Supongo que aún no has cambiado mucho. Extraño esos momentos que compartíamos, sé que tu también los extrañas ¿Qué opinas si en estos días nos vemos en algún lugar o en mi casa, y así recordamos... viejos tiempo?
No podía creer que el siguiera enviándome mensajes, había cambiado mucho mis celulares y mis números de teléfono y aun así el seguía enviándome mensajes enfermizos. Solo a mí se me ocurrió fijarme en la persona más toxica.
Me senté quitándome el audífono y cerrando los ojos para controlar un poco el enojo que sentía, y así controlándome para no escribir las palabras que quería escribir.
Noah, en serio ya es suficiente. ¿Por qué insistes en hacerme daño? No puedo entender tu crueldad. ¿No es suficiente con cómo me hiciste sentir cuando éramos adolescentes?
Escribiendo...
Yo no lo recuerdo como crueles, a ti te gustaba mucho esos momentos "crueles.
Escribí de nuevo con rabia.
¿Te refieres a los momentos de los cuales fui tu victima? Sabes que deberías estar en prisión y deberías agradecerme que guarde silencio por ti. Así que no me molestes.
Después de enviar el mensaje bloquee el número y lo marque como spam, aunque sabía que el enviaría un mensaje cuando menos me lo espere.
Haber tenido una relación a los 14 años con un chico de 17, habia sido el peor error de mi vida.
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UNA PRINCESA ENCANTADORA
Roman pour Adolescents( LGBT) Amelia, es una princesa atrapada por las obligaciones reales. En medio de la pomposidad de un evento real, una repostera llamada Alexandra se infiltra en la fiesta gracias a un plan maestro de su amiga. Alexandra, con su encanto y dulzura ca...