Vio su reflejo en el espejo, acomodo unos mechones locos sobre su cabeza y sonrío. Inhaló profundo y suspiro, estaba algo nerviosa por llegar.
Arreglo su vestido. Si, ahora estaba perfecta. Pensó si le faltaba algo, pero estaba segura de que no.
Bueno.
Tenía una problema que evitar.
Asomo su cabeza por la puerta de su habitación, miró ambos lados antes de salir. Su plan era ir por la ventana y volar, pero de alguna forma su ventana estaba extrañamente cerrada y no pudo abrirla.
Sospechoso.
Camino con lentitud por el pasillo, temía por cada pisada que daba, no quería que el suelo rechinara, ya le había pasado antes dos veces.
Paso la cocina con éxito, ya que estaba vacía de suerte. Aunque, ahora tenía que pasar por otra habitación y esta vez si tenía miedo.Era su habitación. Según él, quería tomar una siesta luego de hacer algo de trabajo. Nunca le dijo que tipo de cosas hacía, solo le respondia que eran importantes.
Volvamos con Daisy.
Caminaba de puntitas, evitando hacer cualquier ruido posible. Y si la encontraba sería su fin, ya que salía sin su permiso.
Se detuvo. Escucho la perilla de la puerta girar, solo aumento su miedo.
¡¿Por qué giraba tan lento?! ¡Solo le daba más miedo! Parece escena de terror en cámara lenta.
Contuvo la respiración. Paso saliva.
Podía correr. No. La atraparia.
Respira, cálmate... Eres fuerte, puedes negarte por una vez a sus órdenes.
No caigas en la tentación del diablo.
Si. Eres una mujer fuerte, da la cara. No tengas miedo.
—¿Alguna razón de caminar en punta, Daisy?
Paso saliva, otra vez. De alguna forma, su voz se volvió grave.
No tiembles, no tiembles, no tiembles.
—Iré... Iré ahora con Charlie. ¡¿Por qué se corto mi voz?!
—¿A su hotel?
Ella asintió— Si. Iré ahora, me esperan. Así que, si. Si, saldré. ¿Bien?
Lucifer cruzo los brazos. La rubia mantuvo la frente en alto, no iba a caer, no de nuevo. Ella era alguien puntual y no cambiaría en el Infierno.
—¿Por que siempre se ve apuesto? ¡concentrate! —carraspeo— Volveré, volveré luego. Nos vemos.
Corbatin fuera.
—¿Luego?
—Si. No me esperes para cenar, tal vez coma allá. Nos vemos.
Primero botón suelto.
—¿Cenar allí?
Ella puso ambas brazos tras su espalda. Siempre firme ante el peligro, no muestres miedo.
—Y quizá vuelva mañana. Charlie me invito a dormir.
Segundo y tercer botón suelto.
—¿Volverás mañana?
Daisy asintió, otra vez. Aparto la mirada de su cuerpo, empezaba a ver su pecho descubierto por la camisa medio abierta.
—Ya debo irme. Me esperan y sabes que odio llegar tarde, Lucifer.
—Tranquila, Daisy. Solo necesito diez minutos. —sonrío.
—¿Diez minutos de que? Oye, espera. ¿Que haces? Ponte la camisa, ¡no te quites el pantalón! ¡Suelta mi vestido! ¡Lucifer!
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Ángel caído || Lucifer Morningstar [Corrigiendo]
Sonstiges¿Cielo o Infierno? Prefería quedarse en donde debía estar. Con él.