Ángel caído || Lucifer Morningstar [Corrigiendo]

14

Podemos arreglarlo.
Déjame verte, por favor.
Esta vez es mi culpa, Daisy.
Por favor, perdóname.
Quiero que vuelvas.
Prometo cambiar, te quiero.
Yo... responde cuando puedas.

El audio terminó. Dejo caer su teléfono sobre la cama y recostó su cuerpo entero. Llevaba oculta de Lucifer en el Hotel Hazbin , Charlie no dudo en recibirla con los brazos abiertos.

Pero como siempre, él ya sabía dónde estaba. Sólo que no vino a verla, dándole su espacio.

No le explico con certeza sobre qué sucedió, solo que necesitaba un tiempo a solas.

—¡Bien, perra! Llevas todo el día encerrada, y en mi habitación. Será mejor que me cuentes que sucedió con tu hombre.

Angel entró a su recamara. Daisy abrazo sus piernas contra su pecho, su amigo se puso a su lado sobre la cama.

—No me ama.

—¿Que?

—Lucifer. No me ama. Y dijo el nombre de su ex esposa frente a mi, pensó que era ella cuando discutimos...

—¡Ese cabron! Pero... ¿no te dijo te amo una vez?

—Si. Pero es diferente, no lo entenderías... —oculto su rostro entre los brazos— Y si...

—¿Y si, que?

—¿Debería irme? Volver al cielo, quizá pueda disculparme y comportarme. Quizá sea lo mejor.

—¡¿Mejor?!

—¡Oye!

La rubia fue sujeta de su vestido y levantada en el aire, Angel apretaba sus dientes y el ceño fruncido.

—¡¿Crees que es mejor?! No seas idiota, idiota. ¿Crees que te dejaran volver solo pidiendo perdón? Piensa, idiota. Eres muy idiota.

—¡Deja de llamarme idiota! ¡Y sueltame, hijo de puta!

—¡¿Hijo de puta?! ¡Donde está la Daisy que jamás insulta a alguien!

Ella empezó a forcejear con los cuatro brazos del arácnido.

—¡Muy pronto será el exterminio y no puedes estar aquí aplastada en mi habitación! ¡Iras con tu hombre y hablaran!

—¡No lo haré! ¡No puedes obligarme, soy mayor que tu! ¡¿Que edad tienes?!

—Eso no importa. —libero el agarre en el ángel, y ella cayó en la cama de nuevo— Mira-...

—No, tu mira. —apunto a Angel con el dedo— Estoy harta, fui amable, alegre y sonreí todo el tiempo. Fui paciente con Lucifer porque se por lo que paso, pero ya no. Me canse. ¡Puedo ser igual de perra que tu por una vez! ¡Así que cierra tu maldita boca y déjame en paz, puta barata!

Tapo su boca.

Daisy vio a su amigo otra vez, él tenía una pequeña sonrisa en su rostro.

—Yo no... no quise decir eso. Perdóname, Angel. De verdad, es que yo...

—Esta bien. Lo entiendo, tranquila, todo bien.

—Es que yo... —lágrimas bajaron por sus ojos— Estoy... cansada. ¿Cuanto tiempo debo esperar? Le dije que no me molestaba, pero es difícil... Él aun quiere a su mujer, y Charlie la extraña. Me siento la segunda, ya no estoy bien, Angel... Quiero irme, deseo mi vida de vuelta.

Oculto su rostro con ambas manos, Angel empezó a escuchar los sollozos de la rubia. Acaricio su cabello, intentando darle apoyo.

—¿Me equivoque? ¿Acaso me precipite? ¿Debo darle más tiempo o irme? Ya no se que hacer, dime que hago. —pidió ella.