Ángel caído || Lucifer Morningstar [Corrigiendo]

EXTRA

Esta escena fue eliminada en el capitulo 17, ya que iba a ser muy largo y no quería. Pero aquí lo tienen, se que quieren saber como sucedió.
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Daisy apunto detrás suyo. Lucifer giro su cabeza, había dos cuerpo llenos de quemaduras y sin cabeza. Y a los pies una lanza.

—Amo que hagas esos patos de hule, están llenos de sorpresa. -la chica se sentó sobre sus rodillas. Suspiro, estaba exhausta, su cuerpo le rogaba por descansar.

—Te amo, Daisy.

—¿Que? -sus mejillas se enrojecieron- ¿Por qué dices eso de repente? Que vergüenza...

—Te amo, Daisy. Y quiero que salgamos formalmente.

—¿Formalmente...?

Lucifer levanto un dedo, pidiendo que esperara un momento. Se puso en pie y busco en su traje, palpando cada bolsillo. Empezó a entrar en pánico.

—¿Donde esta? ¿Donde está? ¿Donde está? Mierda, es el peor momento para perderlo... ¡Aha!

Finalmente lo hallo, carraspeo, volvió con Daisy y tomó su mano.

—Daisy. Yo... no puedo expresar lo que pienso ahora con palabras, pero yo-...

—¿Eso es... lo que creo?

El Morningstar abrió la caja, pero en un descuido, el objeto que contenía cayó. Rebotando en el suelo varias veces, Lucifer se lanzó contra el intentando atraparlo.
La rubia ahogo una risa, para que él no se sintiera avergonzado y que sus heridas no dolieran por el temblor en su cuerpo.

—¡Lo tengo!

Lucifer celebró.

—Daisy. Escúcha —el rey del infierno volvió a arrastrar sus piernas hasta la chica—. Mierda, estoy algo nervioso...

—Yo también.

—¿De verdad? —ella asintió. Él suspiro— No recordaba que fuera tan complicado.

—No tienes que decir nada, Lucifer —Daisy atrapó las menos del hombre entre las suyas—. Se que dirás y acepto.

—¿Aceptas?

—Si, acepto... ¡Oye, espera!

No pudo detenerlo. Lucifer rodeaba su cuerpo contra el suyo, podía escuchar su armoniosa risa en la habitación. Su voz era tan varonil, pero esa risa, esa risa era tan suave y dulce. Podía escucharla todo el día, podría usar su teléfono para grabarlo.

Finalmente fue dejada en el suelo nuevamente. Con un chasquido del ángel caído, su ropa fue cambiada por otro vestido blanco y pequeños detalles rojos. Era el mismo diseño que el anterior, pero en los bordes eran rojos y pequeñas estrellas del mismo color iban de abajo hacia arriba, perdiéndose en el blanco de la tela.

Daisy vio su cambio de look—Antes habría preguntado como hiciste eso, pero eres el Rey el Infierno. Puedes hacer lo que quieras...

—Amo que ya entiendas como soy. Pero igual prefiero que tus heridas sanen un poco más.

—Sobre eso... —apunto el anillo— ¿Charlie dijo algo?

—Charlie te ama, Daisy. Te volviste importante para todos y más para mi. Quiero que seas aún más importante de este modo. —atrapó su mano y el anillo fue puesto en su dedo.

Sus azules ojos brillaron en lágrimas. Volvió su mirada a Lucifer, y se lanzó a sus brazos.

—¡Oye, tus heridas!

—¡Si el lugar no estuviera tan horrible lo haríamos!

—¿Que nos detiene~?

—Quiero usar un lindo vestido de boda y también quiero celebrar con los demás. Mi boda debe ser perfecta, te diré con detalle como lo soñé de niña.

—¿Boda?

—Si. —ella separo su cuerpo del hombre— ¿De que crees que hablo?

—No, es decir... Si, la boda. Lo pensaremos luego. —atrajo a la chica contra su cuerpo otra vez, ocultando su vergüenza— También te tengo otra sorpresa. Debes ver el Hazbin Hotel.

—¿Todos están bien? Con esta gran sorpresa olvidé el resto. Vamos, vamos. Has tu... cosa esa y llévame al Hotel.

—Como ordene mi señora.

Otro chasquido y un portal se abrió en frente de ambos. La primera en cruzar fue ella, quien al minuto fue rodeada por varios brazos.

—Angel... —susurro.

—¡Jodida perra! ¡¿Como puedes asustarnos así?!

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Y aquí nuevamente me despido. Quise dejarles el momento importante entre Daisy y Lucifer.

Se acerca una boda en el infierno!

Nos vemos la próxima!