Trazo las facciones de su rostro lentamente con uno de sus dedos. Le gustaba los círculos rojos en los costados de sus labios. Hacia que se viera tierno y adorable, le quedaban perfecto. Aún le costaba un poco creer que él podía ser Rey del Infierno. Con su estatura, el modo en que confunde las palabras por otras y hace Hotcakes.
Bueno. Compensa su baja estatura con otra cosa.
—No pienses esas cosas ahora, Daisy. —se regaño ella misma.
Volvió su atención al hombre descansando a su lado. No entendía como podía verse igual de atractivo hasta dormido. Viajo su mano a su revoltoso cabello y lo paso hacia atrás.
—¿Algo más que quieras tocar?
Sonrío.
—Lo siento, ¿te desperté?
Lucifer abrió sus ojos— Para nada. Desperté al momento en que tocaste mi rostro, pero quería ver que más hacías.
—No haré cosas que tu piensas. Pervertido.
—Me llamas así, pero tu también lo eres —él atrapó una de sus manos y dejó un beso en el dorso—. ¿Debo recordarte lo que me pediste que hiciera anoche?
—Fue tu idea.
—Y que tu aceptaste.
Ella suspiro, se acercó al hombre a su lado y planto un beso en sus labios.
—¿Desayunamos, señor Lucifer?
—Hm. Me parece bien.
Aunque ambos hayan aceptado la idea, los besos no paraban. Lucifer quedó solo ella, atrapó sus dos brazos dejando ambos sobre su cabeza, los besos empezaron a bajar por su cuello.
Un timbre sonó.
Salvada por la campana.
—¿Hola?
Lucifer resoplo, recostó su cuerpo de lado y observo como su mujer seguía hablando por el teléfono. Mientras, veía las marcas en su espalda que él mismo deja la otra noche. Sonrío satisfecho.
—Esta bien. Si, ya se donde queda. Nos vemos allí. —colgó. Dejo su celular en la mesa de noche y tiro su cuerpo sobre la cama.
—¿Todo bien?
—Es Angel. Problemas con su idiota jefe y otra vez quiere salir para desahogarse, debo irme.
—¿Ahora?
—Seguiremos cuando vuelva. —Daisy dejo un beso en su mejilla. Se puso de pie y empezó a buscar su ropa para cambiarse.
El Morningstar, suspiro, paso sus brazos tras su cuello y terminó viendo el techo de la habitación. Su mañana se arruino por el amigo afeminado de la joven.
Daisy observo la expresión que Lucifer tenía en su rostro.
—Que rayos —repentinamente se lanzó contra el ángel caído, terminando sobre su pecho—. Angel puede esperar una hora.
—Daisy...
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Ángel caído || Lucifer Morningstar [Corrigiendo]
Casuale¿Cielo o Infierno? Prefería quedarse en donde debía estar. Con él.